Un repostero ucraniano le dio una dulce sorpresa a su futura esposa: le hizo un vestido de novia con harina, huevos, azucar y caramelo.

Valentyn Shtefano llevó cerca de dos meses para confeccionar el atuendo, que fue elaborado con 1.500 pastelitos de crema, con un peso de nueve kilogramos. Su novia, Viktoriya, no quiso sacarse el vestido luego de la recepción nupcial ni tampoco quiso probar un bocado.

Sin embargo, ella reconoció que no confiaba en que iba a lucir bien con la prenda y afirmó: "Al principio, fue un poco complicado. Pero luego de un par de horas, no quería quitármelo".