El Tribunal de Apelación de Toulouse, Francia, rechazó el mandato de arresto europeo emitido por Alemania contra André Bamberski, el "padre coraje" francés, acusado por las autoridades germanas de haber organizado el secuestro del médico al que consideraba como el asesino de su hija.

Los jueces han rechazado el mandato germano al considerar que Bamberski tiene que responder ante la justicia gala, que lo acusa de un delito de secuestro por el que puede ser condenado a diez años de cárcel.

El "padre coraje" francés está acusado en Alemania de haber organizado el secuestro y entrega a la justicia francesa del doctor Dieter Krombach, condenado en Francia por la muerte de Kalinka Bamberski en 1982 pero que Alemania se negaba a extraditar.

En la noche del pasado 17 de octubre, Krombach apareció amordazado y esposado en una calle próxima al Tribunal de Mulhouse, cerca de la frontera franco-alemana.

El propio Bamberski llamó al tribunal para advertir de su presencia y, horas más tarde, confesó a la policía haber dado su aval para que se produjera el secuestro.

Ante la prensa, el "padre coraje" lo describió como la respuesta de un hombre desesperado que veía como pasaban los años sin que la persona que consideraba como el asesino de su hija comparecía ante la justicia.

"Desde hace 30 años he dedicado mi existencia a esta búsqueda, sacrificando mi vida profesional y personal", aseguraba.

Posteriormente se entregó a la policía austríaca Anton Krasniqi, un austríaco de origen kosovar que confesó ser el autor material del secuestro y que, posteriormente, fue entregado a la justicia francesa.

Según su testimonio, actuó "por simpatía" con el caso de Bamberski y "de forma desinteresada", impactado por el sufrimiento del "padre coraje".

Éste, por su parte, avaló este testimonio y aseguró los 19.000 euros que llevaba en el momento de su detención eran para los gastos que pudieran derivarse del caso.

El rechazo de la extradición de Bamberski es un nuevo capítulo del duelo que mantienen desde hace años la justicia francesa y la alemana por este asunto.

Krombach fue condenado en rebeldía en Francia en 1995 a 15 años de cárcel por el asesinato de Kalinka Bamberski en 1982, cuando la víctima tenía 14 años.

La condena fue anulada en 2001 por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo al considerar que el médico alemán no había tenido un proceso justo.

Sin embargo, Francia mantuvo su petición de extradición, que Alemania nunca satisfizo.