El ministerio que Esteban Bullrich conduce lleva a cabo varios proyectos junto a la Fundación Junior Achievement (JA), la que tiene por objetivo educar e inspirar a los jóvenes estudiantes de nivel primario, secundario y universitario, a valorar y defender el sistema de libre empresa, ayudarlos a comprender la economía y el mundo de los negocios y contribuir a facilitarles el ingreso al mundo laboral.

El ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires habló sobre el papel que tiene la familia en la educación del niño, el lugar de las nuevas tecnologías en el proceso educativo, las alternativas al sistema de enseñanza y los proyectos que se llevan adelante con JA.

Entendemos que existen países más avanzados en el recorrido de la educación. ¿En qué están basadas sus propuestas? ¿Podrían tomarse como un molde para nuestro país?

Yo creo que hay ejemplos puntuales en escuela de países, pero creo que muy pocos sistemas educativos como “sistema” están realmente avanzando hacia el sistema del siglo XXI. El primer ejemplo entre unos pocos es Finlandia. Lo que están haciendo ellos es que el sistema educativo sea realmente un sistema que prepara a los niños y niñas para la incertidumbre, para crear más que para buscar: para ser creadores de espacios y de innovación más que aceptar las condiciones que les son dadas. Esa innovación y creatividad se fomenta a lo largo de todo el sistema. Yo creo que el sistema del siglo XXI es algo que tiene que seguir esa línea.

Dentro de este sistema ¿qué papel cumple la familia respecto de la educación del niño hoy?

La familia, la sociedad, son fundamentales, ya que es la tribu la que educa, no solamente el maestro. El maestro es fundamental, es el agente transformador, pero si no es acompañado el maestro por toda la tribu, por la comunidad, es difícil educar. Si nosotros le decimos a un chico “No pegues” y después uno sale y nos agarramos a trompadas en la calle… Si le decimos a un chico “Respetá a los mayores”, pero después viene una madre y le falta el respeto a la maestra…

El ejemplo es un gran educador pero también un gran des-educador. Entonces creo que tenemos que trabajar todos en ser conscientes que lo que nosotros hacemos también educa a nuestros hijos, nietos, hijos y nietos de otros. Es muy importante como sociedad que reflexionemos cuál es nuestro rol en la educación.

¿Se están evaluando propuestas educativas alternativas a la escuela convencional?

Más que alternativas a la escuela, hay que buscar alternativas dentro de la escuela. La escuela es fundamental; es el espacio de innovación y creatividad que tiene que existir e inclusive tiene que recuperar un espacio en la sociedad, que ha perdido.

Creo que en ese camino la idea de una escuela que educa a todos, no solamente a los niños y niñas sino que a los padres, a los abuelos… Uno puede ir a seguir aprendiendo durante toda su vida. Dicen que aquellos que se dedican a aprender toda su vida, viven más tiempo y más felices.

La escuela tiene que volver a ser ese centro social que era cuando se construyó la Argentina. En cualquier pueblo o ciudad de la Argentina está la plaza central, la Municipalidad, la escuela y la iglesia, porque la escuela era ese centro que hemos perdido y sin dudas, tenemos que recuperarlo.

Dentro de este centro en donde planteás que debería estar la escuela, ¿creés que tienen lugar las nuevas tecnologías?

Son fundamentales. Cuando repartimos computadoras a niños de la primaria lo hacemos porque creemos que todas las niñas y niños tienen la capacidad de relacionarse con esa tecnología pero, además, vamos un paso más: les enseñamos el lenguaje de esa computadora. Aprenden a programar, a manejar esa computadora.

Ese manejo de la computadora les permite controlar el verdadero bilingüismo del siglo XXI, que es la lengua materna y el lenguaje de la computadora. Ese es el camino que tenemos que encarar.

Ahora en la ciudad de Buenos Aires estamos entregando además de computadoras, impresoras 3D, esta nueva tecnología que permite que podamos imprimir hasta manos artificiales para aquellos que lamentablemente las necesitan, ya que creemos que hay que darles a los jóvenes la tecnología que van a necesitar saber usar cuando salgan de la escuela.

¿Cómo es el trabajo que vienen realizando con Junior Achievement? ¿Cuáles son los objetivos?

Sobre todo, consiste en darles esta idea de que los chicos salgan a crear trabajo y no buscarlo. En esa idea de “crear trabajo”, Junior Achievement les da herramientas para ser dueños y creadores de su futuro. Yo creo que la diferencia entre un soñador y un visionario, es que el visionario lleva a cabo y cumple sus sueños. Nosotros queremos visionarios y para eso tenemos que darles las herramientas y creo que Junior Achievement es una de las herramientas que debemos darles a estos jóvenes para que sean autónomos, libres, respetuosos de los demás pero también comprometidos con su futuro: dueños e independientes para crear un futuro distinto.

En ese camino Junior Achievement nos ha ayudado mucho y espero que el trabajo continúe muchos años más.