La transformación de Puerto Norte sumó un nuevo capítulo al comunicarse este miércoles la compra del predio de la Malhería Safac por parte de la empresa de desarrollo inmobiliario TGLT Real Estate, que invertirá 40 millones de dólares en el lugar.

Esa compañía selló la adquisición del precio de 3,5 hectáreas ubicado en Gorriti e Ingeniero Thedy del Grupo Bemberg. La propiedad, cuyas construcciones originales son del año 1908, y ex fábrica de Cerveza Quilmes, ocupa un lugar exclusivo sobre el Río Paraná, en la zona denominada Puerto Norte.

TGLT desarrollará en el predio un proyecto de más de 40,000 metros cuadrados, distribuidos en siete edificios, en donde se combinarán residencias, oficinas, un hotel, espacios para esparcimiento y áreas culturales. “Por ahora sólo se da a conocer el acuerdo de la compra, lo que se puede adelantar es que será un proyecto mixto y que respetará lo proyectado por el municipio”, señalaron voceros de prensa de la firma.

De hecho, la arquitectura incluirá el reciclaje de los sectores de mayor valor patrimonial de la fábrica (que la firma ya contempla a través de gráficos –ver en galería de imágenes de esta nota–), con la construcción de nuevos edificios, se detalló en el comunicado.

TGLT desarrolla actualmente, entre otros proyectos, Forum Puerto Madero en Buenos Aires, un edificio residencial de 45,000 m2 en el Dique IV de Puerto Madero.

El plan de la Municipalidad

La Municipalidad había firmado un acta acuerdo con los apoderados de Maltería Safac (Diego Wade y Manuel de la Fuente) para que ese predio se adapte al desarrollo urbano de Puerto Norte mediante un plan de reconversión.

Para el municipio, ese espacio es “considerado de especial significación por su ubicación privilegiada sobre la barranca y por constituir un conjunto de valor histórico y patrimonial, ya que allí funcionó la primera refinería de azúcar del país, posteriormente Maltería Safac”, según se detalló en ese convenio.

”El plan contempla la conformación de un conjunto arquitectónico localizado sobre la barranca a través de la combinación de antiguos y nuevos edificios para alojar una multiplicidad de usos, como ser residenciales, gastronómicos y recreativos, entre otros. Su concreción implica la inversión del sector privado y una planificación y gestión pública del proyecto”, decía además el acta que ahora comienza a hacerse realidad con este cambio de manos.