La ley de fertilización asistida sigue en lista de espera en el Congreso de la Nación. En marzo pasado, durante la apertura de la Asamblea Legislativa, la presidenta Cristina Kirchner anunció el debate para modificar el Código Civil (junto con el Comercial) que incluye éste y otros temas de necesario tratamiento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre un 10 y un 15 por ciento de las parejas padecen infertilidad al menos una vez, es decir que una de cada seis personas no pueden construir una familia. Y en Santa Fe el tema tampoco avanza.

Este problema que enfrentan miles de personas en Argentina, estuvo a punto de lograr un principio de solución a fines de 2011, cuando en la última sesión de Diputados la ley estuvo cerca de la media sanción. Sin embargo, como no se alcanzó el acuerdo en varios puntos específicos, los legisladores optaron por votar la norma en general y dejar el tratamiento en particular para 2012.

Si bien circularon varios proyectos de ley relacionados con la fertilización asistida, la iniciativa impulsada por la diputada Silvia Majdalani (PRO) recibió 150 votos a favor, 5 en contra y 4 abstenciones y su autora aspiraba a que se considere la esterilidad e infertilidad como enfermedades.

En ese sentido, tanto el diagnóstico como las técnicas de reproducción deberían ser incluídas en el Programa Médico Obligatorio (PMO). Es decir que –de sancionarse este proyecto de ley– el sistema de salud pública, las obras sociales y las prepagas deberán incorporar estás técnicas a sus prestaciones.

Excepto Buenos Aires, que desde 2010 cuenta con la ley de fertilización asistida, en todas las provincias argentinas, el camino que deben recorrer quienes buscan someterse a un tratamiento para tener un hijo no sólo es difícil, sino también costoso. El precio de los tratamientos más complejos oscila entre 15 mil y 20 mil pesos

“En la salud pública se realizan estudios de diagnóstico y tratamientos de baja complejidad (máximo dos por pareja) hasta una edad límite de 40 años, en la mujer”, explicó el ministro de Salud de la provincia, Miguel Ángel Cappiello, a Rosario3.com. “Pero si existiese la ley nacional –destacó– se destrabaría el tema tanto en las obras sociales como en las prepagas y podríamos diagnosticar y brindar a las pacientes los tratamientos de baja complejidad en los hospitales y derivarlas para que reciban los de alta complejidad en los efectores privados, con un costo menor al que deben afrontar hoy”.

En la actualidad, numerosas parejas recurren a las presentaciones legales, con recursos de amparo, para conseguir que su obra social cubra los tratamientos de fecundación asistida a los que se someten. En los últimos dos años, el Iapos enfrentó cinco demandas judiciales de afiliados que reclamaban la cobertura de esas prestaciones, y lo llamativo es que en algunas ocasiones los jueces les dieron la razón a la obra social y en otras, a los pacientes.

La necesidad de la ley resulta evidente, no sólo porque de ella podrían derivarse más asignaciones al tratamiento de la infertilidad considerada como enfermedad, sino también porque urge ordenar y reglamentar las prácticas de fertilización asistida, hoy carentes de marco legal específico.

Así lo considera la vicepresidenta del Concejo Municipal de Rosario, Norma López, quien señaló que “la infertilidad tiene que ser vista como una enfermedad y esta concepción habla de un Estado que quiere garantizar los derechos de todos y todas y el pleno acceso a la salud”.

“En Santa Fe hubo dos proyectos que perdieron estado parlamentario y en el Concejo de la ciudad, el proyecto existente aún no ha sido tratado”, explicó la concejala.

Los puntos en discusión

Las iniciativas en danza a nivel nacional admiten –a diferencia del que aprobó la Legislatura bonaerense– que los tratamientos puedan hacerse a partir de gametos y embriones donados. Y uno de ellos incluye no sólo a personas con diagnóstico de infertilidad, sino “a toda persona”, lo cual abre esta posibilidad a mujeres solas y a parejas lesbianas.

Todavía no se evaluó la incidencia económica que estos tratamientos –que deben ser contratados en un reducido número de empresas privadas– tendrían sobre el presupuesto de salud, sobre las obras sociales y sobre las cuotas de prepagas.

Además, siguen en tratamiento varios dictámenes provenientes de las comisiones de Salud y de Familia de la Cámara de Diputados. Uno de ellos se originó en un proyecto de Silvia Majdalani (PRO) y el otro fue originado por la diputada Marcela Rodríguez (bloque unipersonal).

De acuerdo con ambos, los tratamientos de fertilización asistida, incluidos los de alta complejidad, quedan comprendidos en el Programa Médico Obligatorio para el Sistema Público de Salud, las obras sociales, las entidades de medicina prepaga y todos aquellos agentes que brinden servicios médicos a sus afiliados.

El dictamen que responde al proyecto de la diputada Rodríguez “no requiere un diagnóstico de infertilidad, lo cual permite incluir a las mujeres solas que no deseen tener relaciones sexuales con un hombre para tener hijos, así como a parejas del mismo sexo”.

En qué casos se recomienda la reproducción asistida

Según la Organización Mundial de la Salud, a una de cada seis parejas le cuesta tener hijos, es decir tienen dificultades para la concepción natural. Y sólo el 6 por ciento puede acceder a un tratamiento adecuado por el alto costo que tiene.

En la Argentina, según estimaciones de los expertos, ya que no existen datos oficiales, se inseminan entre 100 y 150 mujeres por año. De hecho, Cryobank, uno de los centros pioneros dedicados al congelamiento de semen, ha colaborado en el tratamiento de unas 600 mujeres con semen de donante desde su creación hasta la actualidad.

“Después de un año de búsqueda infructuosa de un embarazo, se considera necesario realizar una consulta con un especialista en medicina reproductiva, que debe incluir la confección de una historia clínica detallada de ambos miembros de la pareja, un examen físico y la posterior realización de los estudios respectivos para aclarar cuál es el motivo de impide el logro del embarazo”, explicó a Rosario3.com Leticia Urdapilleta, especialista del Centro de estudios en Ginecología y Reproducción (Cegyr) .

Las causas pueden ser varias: ausencia o alteración en la calidad de la ovulación, obstrucción de trompas, alteraciones en la cavidad uterina, alteraciones en la calidad del semen, mala relación entre los espermatozoides y el moco cervical. También pueden compartirse causas entre el varón y la mujer o bien no encontrarse ningún motivo de infertilidad con los estudios disponibles.

“Sea cual fuere el diagnóstico, se trata en primera instancia de resolver puntualmente el problema. Pero, a veces, a pesar se realizar el tratamiento correspondiente, éste puede no dar resultado y en estos casos es necesario indicar una técnica de reproducción asistida. En otras oportunidades se recurre directamente a la realización de estas técnicas debido a la falta de opciones de tratamiento para la causa que determine la infertilidad”, explicó la profesional.

Las técnicas de reproducción asistida pueden ser de menor complejidad (ejemplo: inseminaciones) o bien de mayor complejidad (ejemplo: fertilización in vitro). En todos los casos se requiere de ciertos estudios previos, algunos de los cuales seguramente se han solicitado en las primeras entrevista dirigidas al estudio de la infertilidad.

El caso del hospital Centenario

En diciembre de 2011, Salud provincial anunció que a partir de marzo de 2012 se daría asistencia reproductiva gratuita, de baja complejidad, en el hospital Centenario, a santafesinos sin obra social.

El proyecto significaba el aporte de 250 mil pesos para la adquisición del instrumental, la instalación del laboratorio y la adecuación del espacio físico, además de la provisión de los recursos humanos necesarios. Sin embargo, tres meses después de la fecha pautada para el comienzo de la actividad, el anuncio sigue sin concretarse.

“Lo que está retrasado es el armado del laboratorio y hay un equipamiento que necesitamos y no llegó debido a la restricción aplicada a las importaciones”, explicó la directora del Centenario, Aurora Bruno, a este medio. “Además, faltan nombrar los dos profesionales bioquímicos que pidieron los especialistas para que se sumen a la tarea”, dijo la profesional.

Por su parte, el ministro Cappiello señaló que la demora obedece a “los problemas económicos que atraviesa la provincia” y anticipó que “se está evaluando la posibilidad de realizar estas prácticas en otro efector que cuente con las instalaciones necesarias, hasta que se completen las obras en el Centenario”.

Asimismo, tanto Bruno como Cappiello aclararon que “actualmente hay tres profesionales médicos que atienden en ese hospital a las personas que concurren por este tema. A ellos se les realizan los diagnósticos y se evalúa qué tratamiento se necesita para cada caso. Lo único que no podemos realizar son las inseminaciones”, destacó Bruno y agregó que “desde enero de 2012 hasta abril inclusive se recibieron 256 consultas”.