No caer en la pobreza costó un 1,6 por ciento más que en diciembre de 2006 y esquivar la indigencia fue un 2,6 por ciento más caro en relación con el mismo mes. Ese fue el resultado del informe que difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) este jueves, un día más tarde de lo establecido.

Así, la línea de indigencia definida por el costo de la Canasta Básica Alimentaria elaborada por el Indec quedó fijada en 425,25 pesos.

Por su parte, el índice de pobreza, al que se le suma a esa canasta una serie de servicios mínimos, arrojó un ascenso menor. Una familia tipo entonces necesitó durante enero 914,30 pesos para no se pobre.

Durante 2006, la canasta total registró un crecimiento del 8,4 por ciento, mientras que la alimentaria subió al 9,4, a pesar de la política de acuerdos de precios.