Una mala salida tras una buena rutina dejó a Federico Molinari, el gimnasta nacido en Rosario y criado en San Jorge, lejos de la pelea por las medallas.

Igual, entró en la historia: se convirtió en el primer argentino en pasar a una final olímpica en gimnasia. Ubicarse entre los ocho mejores, a la vez, le garantizó un diploma ("un sueño", según declaró).

De todos modos, la cáída que tuvo y que lo privó de un buen puntaje amargó a Molinari, cuya cara de tristeza lo decía todo luego de la competencia.

El ganador de la competencia fue el brasileño Arthur Nabarrete Zanetti, que hizo todo bien. En tanto, el chino Yibing Chen obtuvo la medalla de plata y el italiano Matteo Morandi la de bronce.