Pobre perrito. No tiene las más mínimas ganas, pero sus dueños lo obligan a hacer "monerías". No, no le piden que vaya a buscar un palo que han tirado lejos, tampoco le piden que se ponga en dos patas. Lo hacen drag queen.

La mascota, protagonista de un video que se viralizó en tiempo récord, aparece siempre con una peluca rubia. Su cara, inmutable. Pasan los segundos y se puede observar al perro enfundado en una serie de vestuarios, algunos ridículos, otros más simpáticos.