Una niña de 10 años fue internada en el hospital de Reconquista tras haberse comprobado que presentaba un cuadro de anemia, además de concurrir, con frecuencia, alcoholizada a la escuela.

"Nos enteramos de este caso por el relevamiento que hacen nuestros profesionales y por el informe de la directora de la escuela pública de la Isla Guaycurú adonde concurre, y de inmediato acudimos a atenderla”, explicó el bioquímico Raúl Medina, coordinador del Nodo de Salud de la ciudad de Reconquista.

El profesional señaló que la niña estuvo internada 5 días, a fines de mayo, aunque el alta médica ya lo tenía a los dos días. Además de la atención a la pequeña, los médicos aprovecharon para dialogar con su madre sobre la problemática del alcohol.

La niña de 10 años vive en la Isla Guaycurú, en cercanías de la ciudad de Reconquista, en la finca de su abuela, junto a dos hermanitos.

Medina explicó que los padres de la menor están separados y no se encuentran en la vivienda y destacó que el gobierno provincial, a través de los ministerios de Salud y Educación, se interesó en el tema y prestó todo su apoyo.

El tratamiento seguirá con controles una vez al mes, en el efector de Reconquista. Además, la semana próxima los profesionales irán a la isla para hacerle un control más amplio a ella y su familia, aunque no se detectaron en estos primeros pasos, más casos en otros integrantes de la misma.

Medina recordó que para llegar a su vivienda se demora una hora y media de recorrido en lancha y que hasta allí fueron a buscarla porque tenía un cuadro de anemia muy severo. Le hicieron transfusiones de sangre y un tratamiento por alcoholismo.

Según los médicos, la menor no presentó síndrome de abstinencia. Esto demostró que no era una problemática tan grave como parecía, pero seguirá siendo tratada junto a sus familiares.

El coordinador explicó que "habitualmente, un médico y una enfermera van a la isla a controlar la salud de toda la población" y afirmó que se trata de "una población bastante sana, a pesar de las precarias condiciones de vida que llevan".

Luego Medina explicó que hay cuestiones culturales, de costumbres, que muchas veces los llevan a recurrir a remedios naturales para curarse los parásitos u otras enfermedades, mezclando bebidas alcohólicas con productos naturales, pero “en este caso hubo un consumo mayor” y por eso lo abordaron para solucionarlo.

Finalmente dijo que es la primera vez que sucede algo así en esta zona. "Hablamos mucho con la abuela y la madre de la niña para que entiendan la problemática, pero cuesta hacerles entender porque tienen costumbres que deberán cambiar para bien de los niños", señaló.