No, claro, no fue una noche tranquila la e año nuevo para el Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies), cuyas ambulancias anduvieron de acá para allá: tuvieron que atender entre las 19 del 31 y las 8 del 1º víctimas de 14 accidentes de tránsito, tres heridos de arma blanca, cuatro de armas de fuego, un quemado por pirotecnia, llevaron al Hospital Sáenz Peña a la primera parturienta de 2007, y debieron acudir ante situaciones que derivaron en las muertes de dos personas en su domicilio.

En medio de ese panorama no del todo grato –salvo por el nacimiento– tuvieron que lidiar no sólo con su propia tarea específica. Una de las ambulancias fue atacada por un turba de unas 50 personas en la zona de Quintana y Avellaneda, a donde había ido a atender un chico que había sido aparentemente golpeado por un grupo grande de personas.

Según trascendió, cuando la ambulancia llegó al lugar –según el Sies cuatro minutos después de recibir el llamado de la policía– se encontró con la furia de los vecinos, que quisieron tumbar el vehículo y atacar al personal, que pudo escapar gracias a la pericia del chofer. El paciente, en tanto, ya había sido trasladado por un patrullero, que aparentemente al ver que la cosa estaba espesa decidió partir con el chico lesionado.

Aunque no fue confirmado oficialmente, uno de los problemas que habría enfrentado el Sies fue la falta de protección policial hasta pasadas las 2 de la mañana, lo que hizo que las ambulancias no entraran a las zonas rojas hasta esa hora.