Una pareja de alemanes ultrarreligiosos estaban esperando tener un hijo pero el nene nunca llegaba. A los integrantes del matrimonio les faltaba un detalle: para tener un bebé es necesario tener relaciones sexuales. La pareja concurrió a una clínica de fertilidad para saber por qué no tenían hijos tras ocho años casados. Los médicos diagnosticaron que ambos eran fértiles, pero que no estaban teniendo sexo ni habían tenido nunca.

Los doctores que los atendieron pertenecen a la Clínica Universitaria de Lubek y dijeron que nunca antes habían visto un caso así. Uno de los médicos del centro hospitalario dijo que “cuando les preguntamos qué tan seguido tenían sexo, miraron con cara de asombro y dijeron: ¿A qué se refiere? No estamos hablando de personas con retraso, sino de una pareja que fue criada en un ambiente religioso y que, tras ocho años de matrimonio, sencillamente no tenían idea respecto de los requerimientos físicos necesarios para procrear”.