Falta muy poco para que se presente la “polipíldora”, un fármaco de bajo costo que combina varios medicamentos en una tableta y que puede combatir a las principales enfermedades mortales del mundo: las cardiovasculares.

Algunos expertos la llaman la "píldora milagrosa" porque podría reducir los riesgos de infartos y ataques cerebrales hasta en 80 por ciento.

Investigadores del Wellcome Trust en Londres y la Fundación Británica del Corazón, comenzaron a reclutar a voluntarios en seis países para una prueba piloto de la polipíldora, según publicó la BBC.

El medicamento combina aspirina para adelgazamiento de la sangre, estatina para disminuir el colesterol, y un inhibidor de la ECA (enzima convertidora de la angiotensina) y un diurético de tiazida para la hipertensión.

El fármaco, llamado Red Heart Pill, (Píldora Corazón Rojo), está siendo fabricado en India y costará 1 millón de dólares por abastecimiento de un mes.

Hace varios años se presentó la polipíldora como una herramienta barata para reducir las muertes por infarto, ataques cerebrales, y otros trastornos cardiovasculares.

Sin embargo, las compañías farmacéuticas se vieron renuentes a embarcarse en el proyecto porque los baratos fármacos involucrados no ofrecían ningún incentivo financiero.

Ahora la Píldora Corazón Rojo será fabricada por la empresa farmacéutica Dr. Reddy´s, basada en Hyderabad, India.

El medicamento fue diseñado por los profesores Nicholas Wald y Malcolm Law del Instituto Wolfson de Medicina Preventiva en Londres.

Los estudio han demostrado que el medicamento puede reducir la presión arterial y los niveles de colesterol.

Y también puede reducir los niveles de homocisteína, una sustancia en la sangre que puede concentrarse y formar una peligrosa placa que conduce a bloqueos en las arterias.

Según los profesores Wald y Law, una simple dosis diaria de la polipíldora contiene los componentes necesarios para evitar 88% de infartos al miocardio y 80% de ataques cerebrales.

Los expertos esperan que la polipíldora pueda reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares tanto en países ricos como pobres.

Se espera que en países en desarrollo pueda ofrecerse a todas las personas de más de 55 años.