Una periodista de Canal 5 y su equipo sufrieron aprietes y amenazas de un grupo de policías que se manifiestan en la Jefatura local. Les exigieron que apaguen la cámara y se refirieron en duros términos a la prensa rosarina.
Belén Salvañá es cronista de calle. Este martes, a las 7 y un minuto, se plantó en la puerta de Jefatura para, junto al camarógrafo Cristian Ponce y el técnico Marcelo Debiassi, hacer una “salida” en vivo.
“Empecé a relatar lo que pasaba. Dije que la puerta estaba cerrada, que había restos de gomas quemadas y por atrás, sin que me diera cuenta, un hombre se me acercó. Estaba encapuchado y armado”, comenzó Belén, en contacto con Rosario3.com.
“Me empezó a decir que baje la cámara, que nos fuéramos, que no podíamos estar en el lugar”, indicó. Pero no terminó ahí. Se sumaron dos o tres hombres más, uno de ellos cubría su rostro con una toalla, el otro tenía una campera en la cabeza. Ambos continuaron con las intimidaciones.
“Nos tapaban con las manos la cámara, se pusieron agresivos y todo el tiempo nos decían que nos teníamos que ir”, continuó la cronista. También se expresaron en contra de otros medios de comunicación: “Nos están matando, no los queremos acá”, gritaron. La prueba es una serie de carteles exhibidos en Jefatura contra los canales y radios locales, incluida Radio 2 y Canal 3.
“Nos tuvimos que ir. Encima el auto no arrancaba. Fue un momento de mucha tensión. Son personas que están armadas”, remarcó Belén, quien advirtió que toda la situación, a pesar de las presiones, pudo ser registrada y emitida en vivo por el canal.
Belén Salvañá es cronista de calle. Este martes, a las 7 y un minuto, se plantó en la puerta de Jefatura para, junto al camarógrafo Cristian Ponce y el técnico Marcelo Debiassi, hacer una “salida” en vivo.
“Empecé a relatar lo que pasaba. Dije que la puerta estaba cerrada, que había restos de gomas quemadas y por atrás, sin que me diera cuenta, un hombre se me acercó. Estaba encapuchado y armado”, comenzó Belén, en contacto con Rosario3.com.
“Me empezó a decir que baje la cámara, que nos fuéramos, que no podíamos estar en el lugar”, indicó. Pero no terminó ahí. Se sumaron dos o tres hombres más, uno de ellos cubría su rostro con una toalla, el otro tenía una campera en la cabeza. Ambos continuaron con las intimidaciones.
“Nos tapaban con las manos la cámara, se pusieron agresivos y todo el tiempo nos decían que nos teníamos que ir”, continuó la cronista. También se expresaron en contra de otros medios de comunicación: “Nos están matando, no los queremos acá”, gritaron. La prueba es una serie de carteles exhibidos en Jefatura contra los canales y radios locales, incluida Radio 2 y Canal 3.
“Nos tuvimos que ir. Encima el auto no arrancaba. Fue un momento de mucha tensión. Son personas que están armadas”, remarcó Belén, quien advirtió que toda la situación, a pesar de las presiones, pudo ser registrada y emitida en vivo por el canal.