Tras años de complejas investigaciones y costosas misiones para descubrir si hay o no vida en Marte, un grupo de científicos europeos finalmente llegó a una conclusión sobre la forma ideal de terminar con el debate. Los especialistas decidieron enviar al planeta rojo un robot para que entierre en la superficie del astro algo así como un dispositivo de prueba de embarazo. La respuesta, de más está decirlo, se conocerá cuando se lean una o dos rayitas. La agencia europea está detrás de este ambicioso proyecto para rastrear vida bajo la superficie de Marte, por medio de un robot laboratorio sobre ruedas. Cerca de 756 millones de dólares se invirtieron en la construcción de la nave espacial ExoMars y su robot de seis ruedas, pero será necesario ahrorar otros 220 millones para poder lanzarla al espacio en 2011. Una característica única del robot que tiene es una sonda que le permitirá cavar hasta dos metros bajo suelo marciano en busca de signos de vida con un dispositivo semejante a un equipo de prueba de embarazo. El dispositivo, llamado chip marcador, contendrá moléculas biológicas que pueden ligarse con rapidez a otras moléculas orgánicas si entran en contacto. "En esencia usamos moléculas -proteínas- y principios biológicos para buscar biología", explica Mark Sims, investigador de la misión, quien trabaja en la Universidad de Leicester. "No sólo será un instrumento para la investigación espacial: esperamos que también tenga muchas aplicaciones en la Tierra". Al igual que el embarazo, el dispositivo explotará la propiedad de ciertas moléculas biológicas, como los anticuerpos, que pueden ligarse selectivamente a otras sustancias orgánicas, en forma semejante a una llave que abre un candado. "En esencia, proponemos enviar dispositivos de «prueba de embarazo» de alta tecnología a Marte", comenta David Cullen, de la Universidad Cranfield. "En otras palabras, dispositivos basados en receptores que pueden buscar múltiples muestras de evidencia molecular, pero la intención y la expectativa no son encontrar marcianas embarazadas", agrega. Pocos científicos creen que pueda haber vida en el suelo marciano, a causa de las radiaciones, pero existe una posibilidad de que rastros de organismos vivos -biomoléculas orgánicas- se conserven debajo. La NASA estadunidense planea dos misiones marcianas durante el mismo periodo. Una será lanzada en 2007 y la otra en 2011, pero ninguna logrará perforar más de 50 centímetros bajo la superficie.