Una sola pastilla con dos medicamentos podría transformar el tratamiento de la presión arterial, de acuerdo con la Guía de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) y la Sociedad Europea de Hipertensión (ESH) publicada en la revista European Heart Journal.

Las pautas de la ESC recomiendan tratar a la mayoría de los pacientes con dos medicamentos para reducir la presión arterial, no uno. La recomendación anterior era un tratamiento paso a paso, lo que significaba comenzar con un medicamento y luego agregar un segundo y un tercero si era necesario. "Esto provocaba que los médicos se mostraran reacios a cambiar la estrategia inicial a pesar de su falta de éxito. Al menos el 80% de los pacientes debería haber sido actualizado a dos medicamentos, pero la mayoría se mantuvo en un solo medicamento", apunta la Sociedad Europea de Cardiología.

"Pueden mejorar el tratamiento"

Ahora se reconoce que una de las principales razones de las bajas tasas de control de la presión arterial es que los pacientes no toman sus pastillas. La falta de adherencia aumenta con el número de píldoras, por lo que la administración de los dos medicamentos (o tres si es necesario) "podría transformar las tasas de control de la presión arterial", establecen las pautas. Bryan Williams, presidente del Grupo de Trabajo de Guías de la ESC, y profesor en la University College de Londres (Reino Unido) apunta que "la gran mayoría de los pacientes con presión arterial alta deben comenzar el tratamiento con dos medicamentos en una sola píldora". Estas pastillas ya están disponibles y pueden mejorar masivamente el éxito del tratamiento, con las correspondientes reducciones en accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y muertes tempranas", asegura.

Más de mil millones de personas tienen hipertensión en todo el mundo. Alrededor del 30-45% de los adultos se ven afectados, llegando a más del 60% de las personas mayores de 60 años de edad. La hipertensión arterial es la principal causa mundial de muerte prematura, y representó casi diez millones de muertes en 2015: de ellas, 4,9 millones se debieron a cardiopatía isquémica y 3,5 millones a causa de un accidente cerebrovascular.

Fuente: 20minutos.es