No es la primera ni la segunda vez que pasa. Según registros policiales, es al menos la tercera vez que en la ciudad se denuncia un "cuento del tío" con una curiosa vuelta de tuerca. La estafa incluye un llamado telefónico de un funcionario judicial para anticipar un supuesto allanamiento (algo que jamás se hace) y un segundo llamado de un conocido abogado rosarino (en realidad, alguien se hace pasar por él) que aconseja entregar los elementos de valor y dinero que se tenga para evitar que los confisquen.

El mes pasado Rosario3.com detalló los dos primeros casos de este nuevo cuento del tío. Una mujer de 74 años que vive en Alvear al 1100 y una empleada doméstica que trabaja en un hogar de 9 de Julio al 1600 fueron las dos primeras víctimas. En ambas situaciones, el modus operandi era igual. Ahora, volvió a repetirse.

Ana María contó este viernes a Radio 2 que recibió en su hogar, de Catamarca y Dorrego, el llamado de un supuesto abogado. "Me dijo que había una orden de allanamiento para mi casa, pero yo le dije que no había motivos y que iba a llamar a mi abogado. Me dijo que no me podía dar el motivo porque era secreto de sumario, pero yo le dije que tenía que ser un delito federal, que no tenía drogas ni armas", relató.

La situación se volvió incluso más compleja cuando luego recibió dos llamados. El primero, supuestamente de su sobrino, que la asesoró "espontáneamente" sobre la situación. Y en el segundo llamado, un hombre se presentó como el abogado supuestamente recomendado por su sobrino. Todo era falso, pero la estafa estaba tan bien montada que la mujer terminó entregando los 4 mil pesos que tenía en su hogar para evitar que la policía se lo llevara en el supuesto allanamiento.

Otro de los perjudicados por este cuento del tío es el decano de la Facultad de Derecho de la UCA, Guillermo Peyrano, ya que los estafadores invocan su nombre para convencer a sus víctimas. "La imaginación de la gente dedicada al delito es prolífica", evaluó el letrado, quien se siente indignado con el accionar de los estafadores.

"Además de la invocación de mi nombre me preocupa que la gente acepte que un abogado lo asesore por teléfono. Es como que un médico asesore por teléfono. Al abogado hay que conocerlo, es una actividad profesional que requiere que la gente se conozca", planteó.

Asimismo, Peyrano sostuvo que "no puede ni debe pasar" el hecho de anticipar allanamiento. "Si pasara, sería ilícito", detalló. Y pidió que la gente, si recibe este tipo de llamados, se asesore antes de responder.