El Gobierno de Pakistán fue uno de los primeros en condenar los atentados terroristas de hoy en la ciudad india de Bombay, que fueron tildados de "brutales" y "vergonzosos" por la comunidad internacional. Todavía se desconoce quiénes son los autores de los atentados, considerados los más graves ocurridos en la India en la última década.

 

El general Pervez Musharraf, presidente del vecino Pakistán, país con el que la India mantiene un conflicto en Cachemira, condenó "con firmeza" los atentados, y afirmó que "el terrorismo es una lacra de nuestros días; debe ser condenado, rechazado y hay que luchar contra él de forma efectiva y coherente". Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Pakistán, Tasneem Aslam, negó la posibilidad de que algún grupo extremista islámico de su país esté involucrado.

 

Medios indios informaron hoy de que las agencias de inteligencia indias investigan una posible relación entre los atentados y la celebración hoy de elecciones regionales en la Cachemira paquistaní, una región cuyo control se disputan desde hace décadas India y Pakistán.

 

Un supuesto portavoz del grupo terrorista islámico paquistaní Lashkar-e-Taiba (LeT) negó que su organización esté detrás de los atentados y condenó los ataques.

 

De "despreciables" fueron tachados los atentados por el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, quien expresó su esperanza en que "los responsables de estos horribles actos de terrorismo sean llevados ante la Justicia ".

 

El Gobierno de Estados Unidos rechazó "los actos de violencia sin sentido" cometidos en trenes y estaciones de Bombay y ofreció ayuda de su país a la India.

 

Aunque el modo de actuar de los terroristas que causaron la matanza recuerda a los atentados de 2004 en Madrid y de 2005 en Londres, un portavoz de los Estados Unidos puntualizó que los de la capital británica ocurrieron el 7 de julio y "hoy es 11 de julio".

 

El primer ministro británico, Tony Blair, tildó de "brutales y vergonzosos" los atentados, y subrayó que "nada puede justificar el terrorismo".

 

En España, el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresaron a las autoridades y al pueblo de India su condena por los "brutales" atentados, y expresaron que su país "no puede por menos que sentirse especialmente cercana a la India ". Rodríguez Zapatero afirmó que estos ataques terroristas recuerdan "las trágicas escenas que se vivieron en Madrid el 11 de marzo de 2004", cuando la explosión de una decena de artefactos en cuatro trenes causaron 192 muertos.

 

Italia rechazó los que consideró "actos de inhumana violencia", dijo su ministro de Asuntos Exteriores, Massimo D´Alema.

 

El presidente ruso, Vladímir Putin, otro de los dirigentes más rápidos en condenar los ataques, tachó de "monstruoso crimen" sin ninguna justificación la cadena de atentados, y agregó que los culpables "deben ser castigados severamente".

 

El presidente francés, Jacques Chirac, rechazó "con la mayor firmeza" los atentados "que nada podría justificar".

 

Por último, el Ministerio suizo de Asuntos Exteriores transmitió a través de un comunicado sus "más profundas condolencias y su solidaridad" a las autoridades indias, a las víctimas, a sus allegados y al conjunto de la población del país