De cada cinco bebés que llegan al mundo, uno lo hace por cesárea. Se trata del 21% del total, que supera el porcentaje que los médicos estiman conveniente, y que se sitúa en torno al 10-15%.

De acuerdo a una serie de estudios publicados por la revista médica The Lancet, el 60% de los países abusan de las cesáreas y el 25% la utilizan menos de lo adecuado. La diferencia fundamental se da entre países ricos y pobres, pero también entre sectores públicos y privados.

A nivel mundial, la cantidad de bebés nacidos por cesárea casi se duplicó entre 2000 y 2015, pasando del 12% al 21% de todos los nacimientos. “La cesárea es una intervención para salvar vidas de mujeres y recién nacidos cuando se presentan complicaciones, como sangrado, sufrimiento fetal, enfermedad hipertensiva y bebés en posición anormal”, señala el informe.

“Pero la cirugía no está exenta de riesgos para la madre y el niño, y se asocia con complicaciones en futuros nacimientos. Se estima que el 10-15% de los nacimientos requieren médicamente una cesárea debido a complicaciones, lo que sugiere que el uso promedio de la misma debe estar entre estos niveles”, agrega.

Sin embargo, los autores han comprobado cómo la mayoría de los países utilizaron una cesárea por encima del nivel recomendado (63%, 106/169 países). Y, en al menos 15 países, el uso de la cesárea supera el 40%.