Uno de cada dos hombres sufre el síndrome de pene pequeño, es decir, está convencido que su miembro viril es más corto de lo normal. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se trata de percepción equivocada que genera ansiedad. La ciencia ya determinó el largo normal del pene y determinó que la mayoría de las operaciones de alargamiento eran innecesarias.

De acuerdo a lo que publicó el sitio Tangible, casi la mitad de los hombres no están conformes con el tamaño de sus penes, aunque registran un tamaño normal. Esa percepción inexacta los lleva a aplicarse extensores, consumir inyectables, o hasta someterse a cirugías de agrandamiento, pero la mayoría de esas opciones pueden ser riesgosas, según advierte un equipo de investigadores de Inglaterra e Italia que revisó estudios sobre 21 opciones que se les proponen a los hombres que se quejan por el tamaño de su pene.

"La imagen corporal no está relacionada con la apariencia objetiva. Pueden haber recibido bromas u hostigadas cuando eran más jóvenes”, explicó a Tangible uno de los autores de la revisión publicada en Sexual Medicine Reviews, de la Sociedad Internacional de Medicina Sexual, el doctor David Veale, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencias del King's College de Londres, Inglaterra. El profesional consideró que la “ansiedad por el pene pequeño” o el “síndrome del pene pequeño” está influenciado por la pornografía, ya que muestra modelos masculinos que son considerados como puntos de referencia por los varones.

Sin embargo, la ciencia ya determinó que el tamaño promedio del pene de los varones en erección es 13,12 centímetros. En reposo, es 9,16 centímetros. Esas medidas surgieron a partir de un trabajo anterior del equipo que estudió a más de 15.000 hombres y lo reportó en 2014 en la revista British Journal of Urology International.

Operaciones

Entre 2013 y 2017, se registraron 45.600 intervenciones de alargamiento a nivel mundial, según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética. El problema de fondo es que la mayoría de los hombres no necesita de una intervención. Sólo 2,28% de los hombres realmente tiene un pene menor al tamaño normal. Desde la perspectiva de las mujeres, el 85% está satisfecha con el tamaño del pene de su pareja.

Los investigadores analizaron los estudios con 17 intervenciones diferentes que fueron realizadas en 1.192 hombres. Encontraron que la vasta mayoría de las intervenciones (tanto quirúrgicas como no quirúrgicas) se practicaron en hombres que tenían un tamaño normal del pene. Una de las opciones son los extensores, que sólo pueden aumentar la longitud en menos de 2 centímetros, pero en el 10% de los usuarios hay efectos adversos: dolores, entumecimientos, y moretones. Los inyectables pueden generar altas complicaciones en la salud y los dispositivos de bombas de vacío no han demostrado eficacia.

Entre las cirugías de alargamiento, se encuentran la incisión en el ligamento suspensorio, el injerto con tejido de la misma persona, y la cirugía con colgajos. De acuerdo con el doctor Veale y los otros coautores, “los inyectables y las cirugías deberían ser la última opción y debería ser realizados sólo en ensayos clínicos”. Además, advirtieron que “las intervenciones deberían ser evitadas en hombres con desorden dismórfico del cuerpo”.

Mandatos patriarcales

Consultado por Tangible, Adrián Helien, médico psiquiatra y miembro de la Asociación Argentina de Psiquiatras, comentó: “Coincido en que las intervenciones sobre el pene no son eficaces. La creencia errónea sobre el tamaño pequeño del pene se debe a dispositivos machistas y patriarcales que se perpetúan a través del lenguaje y de la industria pornográfica”.

“Cuando el pene es de tamaño normal, las cirugías son anti-éticas y faltas de evidencia y rigor científico: presentan más complicaciones que beneficios”, indicó y finalizó: “La mayoría no necesita del alargamiento del pene. Recomendamos buscar ayuda psicológica adecuada y focalizar en lo que es importante en la vida”.