Uruguay se convertirá en el primer país de América latina en regular la unión entre homosexuales, luego de que el Senado aprobara la ley de unión concubinaria que no hace distinciones de género u orientación sexual.

Esta ley –que se espera sea promulgada antes de fin de año por el presidente Tabaré Vázquez– pone a Uruguay a la vanguardia de la región en materia de reconocimiento de derechos a las parejas del mismo sexo.

Entre otros aspectos, la legislación establece que dos personas que han convivido durante más de cinco años en forma ininterrumpida manteniendo una relación afectiva de índole sexual, tienen derecho a que se reconozca su unión desde el punto de vista judicial, y a que eventualmente se tramite la disolución de su vínculo.

Además, regula la administración de los bienes y establece los derechos de las partes a la herencia y la seguridad social, un aspecto en el que varias dependencias del poder ejecutivo asesoraron a la redactora de la ley, la senadora del oficialismo Margarita Percovich.

Las capitales de Argentina y México ya habían aprobado una legislación similar para sus jurisdicciones, pero ningún país de la región ha promulgado una ley similar a nivel nacional. En Argentina, también en Villa Carlos Paz hay unión civil.

El artículo 2 de la ley, boicoteado por casi la totalidad de la oposición pero aprobado por todos los presentes en sala, es el que detalla que la unión concubinaria debe entenderse como la comunidad de vida afectiva y estable de dos personas, independientemente de su "sexo, identidad, orientación u opción sexual".

El senador Francisco Gallinal explicó a BBC Mundo que la postura de la mayoría de los legisladores del Partido Nacional no es una oposición a la regularización del concubinato, sino a que se apruebe en el mismo paquete de normas la unión entre homosexuales.

"Votamos todos a favor de la ley, a excepción de este punto en concreto, puesto que está reñido con el concepto de familia que comparte la mayoría de los uruguayos, el concepto consagrado en la Constitución", dijo.

Le parece "bien" que se cree un estatuto jurídico para la unión de personas del mismo sexo, pero hubiera preferido que se hiciera "en forma separada; no dentro del capítulo del derecho de familia".

En cambio, la senadora Percovich dijo que es una "gran satisfacción" para ella la ratificación de la ley en el Senado, puesto que implica "el reconocimiento de la existencia de familias diversas".