El uso de sábanas, almohadas, ropa interior y uniformes clínicos fabricados con hilos de cobre puede disminuir las complicaciones sanitarias, algunas de gravedad mortal, que ocurren en todo el mundo como consecuencia de infecciones hospitalarias, según una investigación científica.
El óxido de cobre es un ingrediente válido para frenar la propagación de ácaros, bacterias y hongos, por eso cada vez más se lo incorpora en la elaboración de telas y elementos que entran en contacto con los pacientes hospitalarios, aseguraron los investigadores.
"Se ha demostrado que las sábanas, que están en contacto directo con la piel de los pacientes y su flora bacteriana son una fuente importante de infecciones", señalaron los especialistas del Instituto del Cobre en Argentina.
Los estudios permitieron determinar que las infecciones pueden ser contrarrestadas al incorporar en las telas el óxido de cobre que, por su poder microbacteriano, frena la propagación de hongos y bacterias, dijeron las mismas fuentes.
El bioquímico israelí Gadi Borkow logró concluir en un estudio financiado por la Asociación Internacional del Cobre que el óxido de este metal ha demostrado, en la práctica diaria, que sus propiedades acortan dramáticamente la vida de los gérmenes, virus, hongos y ácaros del polvo e inhibe su producción.
El virólogo israelí, jefe médico en la empresa Cupron, dirige las investigaciones sobre las propiedades bactericidas del cobre en textiles, con el fin de ayudar a la salud humana.
"Las altas tasas de infecciones mortales se verán reducidas por el uso de este elemento en telas de almohadas, sábanas, medias y cortinas" señalaron los estudiosos.
Los bioquímicos detallaron que una ventaja del uso de este elemento en la elaboración de telas es que "no quedan mutaciones peligrosas que pudieran sobrevivir al contacto del óxido de cobre".
Borkow destacó que los pacientes con diabetes Tipo II -unos 130 millones en todo el mundo-, que sufren habitualmente lesiones en sus pies, serán unos de los principales beneficiados por el uso de medias con suelas tejidas con fibras de cobre.
"Hubo una significativa mejoría en los 56 pacientes tratados, de los cuales 40 eran diabéticos", precisó el virólogo en su informe.
El cobre servirá además para prevenir la "tinea pedis" -pie de atleta-, un problema que afecta entre el 15 y el 20 por ciento de la población mundial.
Si bien la tinea pedis no es usualmente peligrosa puede causar molestias, ser resistente a ciertos tratamientos y esparcirse a otras partes del cuerpo e incluso a otras personas.
"Descubrimos -precisó Borkow en su informe-, que los calcetines impregnados con cobre pueden ser útiles al tratar esta enfermedad".
La compañía planea además ofrecer guantes de látex y uniformes impregnados en cobre para personal que opera en salas.
Según reseña el informe, los griegos descubrieron el poder antiséptico del cobre y lo recetaban para enfermedades pulmonares y para purificar el agua que bebían.
Los fenicios insertaban láminas de cobre en los cascos de los barcos para evitar hongos y durante la segunda guerra mundial los japoneses introducían pedazos de este metal en sus cantimploras para evitar la disentería.
En tanto, la NASA fue la primera en diseñar un sistema de esterilización basado en cobre y plata para los vuelos del Apolo.
Actualmente, el hospital Herzog en Israel está probando telas tratadas por la empresa Coupron, señaló el informe.
El óxido de cobre es un ingrediente válido para frenar la propagación de ácaros, bacterias y hongos, por eso cada vez más se lo incorpora en la elaboración de telas y elementos que entran en contacto con los pacientes hospitalarios, aseguraron los investigadores.
"Se ha demostrado que las sábanas, que están en contacto directo con la piel de los pacientes y su flora bacteriana son una fuente importante de infecciones", señalaron los especialistas del Instituto del Cobre en Argentina.
Los estudios permitieron determinar que las infecciones pueden ser contrarrestadas al incorporar en las telas el óxido de cobre que, por su poder microbacteriano, frena la propagación de hongos y bacterias, dijeron las mismas fuentes.
El bioquímico israelí Gadi Borkow logró concluir en un estudio financiado por la Asociación Internacional del Cobre que el óxido de este metal ha demostrado, en la práctica diaria, que sus propiedades acortan dramáticamente la vida de los gérmenes, virus, hongos y ácaros del polvo e inhibe su producción.
El virólogo israelí, jefe médico en la empresa Cupron, dirige las investigaciones sobre las propiedades bactericidas del cobre en textiles, con el fin de ayudar a la salud humana.
"Las altas tasas de infecciones mortales se verán reducidas por el uso de este elemento en telas de almohadas, sábanas, medias y cortinas" señalaron los estudiosos.
Los bioquímicos detallaron que una ventaja del uso de este elemento en la elaboración de telas es que "no quedan mutaciones peligrosas que pudieran sobrevivir al contacto del óxido de cobre".
Borkow destacó que los pacientes con diabetes Tipo II -unos 130 millones en todo el mundo-, que sufren habitualmente lesiones en sus pies, serán unos de los principales beneficiados por el uso de medias con suelas tejidas con fibras de cobre.
"Hubo una significativa mejoría en los 56 pacientes tratados, de los cuales 40 eran diabéticos", precisó el virólogo en su informe.
El cobre servirá además para prevenir la "tinea pedis" -pie de atleta-, un problema que afecta entre el 15 y el 20 por ciento de la población mundial.
Si bien la tinea pedis no es usualmente peligrosa puede causar molestias, ser resistente a ciertos tratamientos y esparcirse a otras partes del cuerpo e incluso a otras personas.
"Descubrimos -precisó Borkow en su informe-, que los calcetines impregnados con cobre pueden ser útiles al tratar esta enfermedad".
La compañía planea además ofrecer guantes de látex y uniformes impregnados en cobre para personal que opera en salas.
Según reseña el informe, los griegos descubrieron el poder antiséptico del cobre y lo recetaban para enfermedades pulmonares y para purificar el agua que bebían.
Los fenicios insertaban láminas de cobre en los cascos de los barcos para evitar hongos y durante la segunda guerra mundial los japoneses introducían pedazos de este metal en sus cantimploras para evitar la disentería.
En tanto, la NASA fue la primera en diseñar un sistema de esterilización basado en cobre y plata para los vuelos del Apolo.
Actualmente, el hospital Herzog en Israel está probando telas tratadas por la empresa Coupron, señaló el informe.