No, Mauricio Macri no quería dejar de hablar. Los militantes PRO bailaban, pero el jefe de Gobierno porteño no paraba de responder preguntas de los periodistas. Y siguió, como en su discurso, posicionándose como referente de la oposición, al tiempo en que anticipó que esta misma semana le pedirá una audiencia al presidente Néstor Kirchner para pedirle el traspaso de la Policía a la ciudad de Buenos Aires.
Consultado sobre si asume el rol de jefe de la oposición, esta vez no corrió el cuerpo: "Vamos a ayudar a construir una alternativa para que la Argentina se equilibre. Vamos a estar para marcarle la cancha al gobierno nacional".
Además, se mostró muy molesto con un párrafo del discurso de Daniel Filmus, que dijo que a él lo votó "la gente que piensa". "Eso me dolió", respondió Macri.
Mientras, muy cerca de él, continuaba el festejo, sin bombos, claro –no es el PJ– sino con un baile Pro, que quiere decir muy civilizado.
Al que no se lo vio pero estuvo fue a Juan Carlos Blumberg, que luego de que se descubriera que no es ingeniero prefiere el perfil bajo.


