Este lunes a la madrugada, cuando los empleados de la aceitera de la localidad de Chabás se disponían a ingresar a la planta para realizar sus tareas diarias, se encontraron con la policía en la puerta. Los efectivos entregaron telegramas de despido a 28 trabajadores, que ahora apelan a una conciliación obligatoria del ministerio de Trabajo para seguir en sus puestos.

Fabio Barreto, delegado de los trabajadores de Ricedal Alimentos S.A., explicó en La primera de la tarde (Radio 2) que de los 28 cesanteados, 24 son aceiteros y los otros 4 son molineros.

“Nos entegó la fotocopia la policía local y no nos dejaron ingresar a la planta”, reveló el representante de los empleados de la aceitera, que es una de las mayores fuentes de trabajo de Chabás.

Barreto contó que “la empresa alega que es por cierre definitivo”.

“No es la primera vez que pasa esto, es la tercera vez. Siempre que hay una paritaria en camino empiezan con esto como para atajarse”, advirtió el delegado. Y recordó que “el año pasado estuvimos 14 días afuera y después nos reincorporaron”.

“Cuando en la última reunión nos amenazaron que iban a cerrrar, nosotros nos anticipamos e hicimos la denuncia en el Ministerio de Trabajo”, describió Barreto. Ahora los dueños de la firma deberán presentarse a una audiencia y los trabajadores apuestan por una conciliación obligatoria para volver a sus puestos.