Un rosarino de nombre Pablo asegura que el Gauchito Gil se le apareció mientras vendía pochoclo en la plaza Alberdi. Su mujer contó que, tras ello, curó milagrosamente a dos chicos que habían sufrido un accidente y que pueden dar testimonio. Ahora organizan un viaje de tres días a Corrientes “con los fieles”.

“Mi marido tenía hepatitis A y el diagnóstico era que se moría, hasta que un día se le apareció la Virgen María y los resultados de los análisis empezaron a cambiar. Él estuvo mucho tiempo sin decirme qué pasaba, pero se dio cuenta que sentía calor en sus manos y que tenía la necesidad de estar con los enfermos”, relató su mujer, identificada como Viviana.

En contacto con Roberto Caferra en Radiópolis (Radio 2), amplió: “Empezó a estar con su familia y luego en el barrio. Él dice que el Gauchito le dejó la misión de estar con los enfermos. Sé que hay personas que no lo pueden creer, pero es así”.

Cinco encuentros y un testimonio

Pablo era colectivero y se alejó por el estrés laboral. Y cuenta que un 1º de junio, cuando vendía pororó en Alberdi, se le apareció un hombre vestido de gaucho y le dijo que era Antonio Gil. “Tenía pelo largo, era petiso y chueco. Una persona común. Y cuando mi marido le preguntó a mi hijo si vio que alguien estaba hablando con él, le respondió que no”, expresó la mujer.  “En total, lo vio cinco veces”, contó.

Viviana asegura que dos jóvenes de Las Rosas puede dar el testimonio de un milagro de parte de su marido. “Habían tenido un accidente y en el hospital Centenario los daban por muertos. Como la familia conocía a mi marido, lo llamaron y los fue a ver. Al otro día, la mamá de uno me dijo «están mejor, es un milargo». Hoy esos chicos están casados y tienen familia”, manifestó.

Entre tanto, la esposa de Pablo aseguró que el Gauchito le pidió a su marido “que vaya con los fieles a Corrientes”. Y ahora organizan un viaje de tres días por 700 pesos. “Mi casa es humilde y somos todos trabajadores. No hay un fin de lucro de por medio, es una cuestión de fe”, concluyó.