Pablo Montenegro
El cuerpo mojado por la lluvia, todavía humeante, no podía parar de moverse en esa tribuna que da su espalda al Palomar. El corazón de cada hincha de Rosario Central seguía galopando a una velocidad supersónica, aun cuando ya había sonado esa dulce música del pitazo final de Beligoy. Porque pocos, solo los más optimistas fanáticos auriazules, se hubieran animado a pronosticar semejante victoria.
El 1 a 0 que los canallas consiguieron este domingo en el parque de la Independencia tuvo visos de triunfo épico para el pueblo de Arroyito. Por las circunstancias que rodearon al pleito, con el equipo sin haber sumado de a tres; porque Newell´s pintaba mejor, después de haber embolsado 10 de los 12 puntos que habían estado en juego en el Coloso en este Apertura; porque pese al buen arranque de partido de los de Ischia, todo parecía complicarse con la expulsión de Gervasio Núñez a los 40 minutos del primer tiempo. Pero al fin el sol salió, y Central se regaló un alegrón de esos que duran mucho más que los que provocan otras victorias más comunes.
Fue superior Central a su rival en líneas generales. Lo sorprendió a Newell´s utilizando la banda izquierda para hacer daño, sobre todo con las presencias inquietantes de Emiliano Papa y Gervasio Núñez, a un conjunto local que estuvo inconexo y dubitativo durante gran parte del trámite. Por eso era de esperar que las mejores ocasiones corrieran a cuenta de los auriazules: Belloso no logró empujar al gol un desborde de Papa; el propio Pejerrey no pudo después aplicar un cabezazo goleador a un centro desde la derecha; Arzuaga intentó tomar mal parado a Villar desde afuera, pero su remate quedó en el techo del arco. Todo canalla, salvo un centro de Vangioni que Da Silva impactó con la mano sobre el segundo palo.
Hasta que llegó la expulsión de Núñez, a poco del cierre del primer tiempo, por una feroz plancha sobre Bernardello, y el segundo tiempo con Newell´s empujando pero sin claridad, y con Central resistiendo pero sin resignarse en la ofensiva. Así llegó la definición: falta a Arzuaga dentro del área a la media hora del complemento, ejecución con categoría del colombiano, y explosión en la tribuna visitante. Estruendo que sería semejante al que provocaron las gargantas canallas con el pitazo final, luego de que viera la roja Papa por devolverle un proyectil a la hinchada rojinegra, y de que Newell´s intentara desesperadamente un empate que nunca llegó y que hubiera sido injusto.
El Kily y Raldes celebraron la victoria (Radio 2).