En 1985, dos años después del restablecimiento de la democracia, el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla fue condenado a reclusión perpetua en el Juicio a las Juntas, aunque en 1990 fue indultado por el entonces presidente, Carlos Menem.

En 1998 regresó a la cárcel por orden de un juez que consideró la apropiación indebida de menores como delito de lesa humanidad, pero inmediatamente se benefició del arresto domiciliario.

En 2006 otro juez anuló su indulto y dos años después revocó su prisión domiciliaria, lo que permitió su traslado a la prisión militar de Campo de Mayo.

La batalla judicial sobre su situación concluyó definitivamente en abril pasado, cuando la Corte Suprema declaró inconstitucional el indulto concedido por Menem.

El titular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, de 83 años, es otro de los símbolos de la represión.

Fue indultado por Menem en 1990. En 2008, el Tribunal Oral Federal1 de Córdoba lo condenó a prisión perpetua, en carácter de coautor mediato, por el secuestro, tortura y desaparición de cuatro militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), en 1977 en La Perla.

Asimismo dispuso revocar su prisión domiciliaria y ordenar su traslado a una cárcel común dependiente del Servicio Penitenciario Provincial, accediendo a un histórico planteo efectuado por las partes querellantes que representan a las víctimas.

Menéndez suma con la de este miércoles cinco condenas a prisión perpetua por secuestros, torturas y homicidios perpetrados en distintos puntos del país.