El modus operandi de una banda que se dedicaba al robo de autos y venta ilegal de autopartes quedó al desnudo en los videos y escuchas obtenidas por la Policía de Investigaciones (PDI) y el Ministerio Público de la Acusación (MAP) como parte de la prueba dura que este viernes exhibió en la audiencia oral y pública el fiscal Guillermo Apanowicz.

Entre las imágenes se destaca el robo de una camioneta Ford F-100 el 31 de julio, que fue el hecho que dio origen a las tareas de una brigada del Departamento Operativo de la PDI. 

Parte de ellas, junto a escuchas telefónicas que fueron claves, fueron parte del informe que presentó el periodista Hernán Funes en Telenoche (El Tres).

Los procedimientos que terminaron con la detención de once personas de entre 18 y 49 años fueron en total 16. Los investigadores remarcaron que "operaban en Granadero Baigorria, General Lagos, Arroyo Seco y Villa Gobernador Gálvez".

Recuperaron 17 vehículos, entre autos y camionetas, valuados en alrededor de 800 mil pesos, dos motos y dos motores valuados en más de 150 mil pesos, y una importante cantidad de repuestos por unos 250 mil.

En tanto también se procedió al secuestro de armas de fuego, celulares, documentación de vehículos sustraídos y diferentes chapas patentes con pedido de captura.

A través de distintas medidas ordenadas por la Fiscalía, entre ellas la intervención telefónica de Pablo C., pudieron determinar que esta persona conformó una red delictiva organizada donde cada uno de los integrantes tenía un rol definido.

“Tengo un Dunita blanco impecable. Recién lo levanto”, le ofrece uno de los ladrones que le llevaba la “materia prima”. “Por tres pesos te lo doy”, le insiste al jefe, que dice tener que buscar un lugar “a ver a dónde lo podemos guardar”.

En otra comunicación (ver informe de Telenoche), le acercan otro auto robado “con llave y todo”. “Venite para acá y después vemos”, ordena el líder. De esa manera, se estima que en total robaron alrededor de veinte vehículos.

El encargado de pedir determinados autos robados contaba luego con la colaboración de cuatro talleres mecánicos, ubicados en Granadero Baigorria. Con otros vehículos que compraba en mal estado, procedían a armar vehículos llamados vulgarmente “Gemelos”. 

Además adulteraban la numeración de los motores o chasis para evitar ser identificados. En la mayoría de los casos, tenían pedido de captura y evitaban ser detectados en controles.

Por otro lado, a lo largo del tiempo se pudo detectar que uno de los integrantes de la banda, con su taller mecánico en la ciudad de Granadero Baigorria, se dedicaba a la venta de autopartes ilegales.

En cuanto al tipo de vehículos, en su mayoría se trata de rodados marca Fiat o Renault, que eran entregados a Pablo C. que luego se encargaba de ingresarlos en distintos talleres para que sean desmantelados en talleres de la localidad de Villa Gobernador Gálvez.