En el marco del Seminario Internacional “Hombres y violencia hacia las mujeres” que se realizó en Chile, Clara Castillo, trabajadora social chilena que dirige una de las doce agencias que en Toronto ayudan a las mujeres víctimas de violencia doméstica y rehabilitan a sus victimarios afirmó que, según su experiencia “la violencia de género se combate mejor cuando se cambia la conducta de los victimarios”.

Una de las características del programa de Toronto y también del de Málaga, España, es que siguen la técnica patentada por Duluth, un pueblo del estado de Minnesota (Estados Unidos).

"Este modelo permitió una respuesta en cadena y coordinada de los organismos públicos y de la sociedad civil que ayudan a las víctimas y hacen reeducación de los victimarios, y eso es lo que necesitamos que ocurra", explica Carolina Peyrín, directora ejecutiva de la Corporación Domos.

Clara Castillo lo ejemplifica así: "Quienes están tratando al agresor están en contacto permanente con quienes atienden a la mujer agredida. E incluso quienes atienden al hombre llaman a la mujer para saber si la actitud de él ha cambiado para bien durante el tiempo que lleva en rehabilitación".

Rafael Soto, quien trabaja en Málaga rehabilitando a hombres agresores, advierte que no se trata de una tarea fácil: "Decirle al hombre que cambie su conducta es decirle que rompa con lo que le enseñó su padre, su abuelo, y lo que le dicen los amigos del bar. Para él es un duelo".

Fuente: El Mercurio