La fiscal Ana Rabin que trabajó en el intento de femicidio a Rosana, cuyo agresor fue condenado esta semana a 12 años de prisión, habló con Rosario3.com sobre los desafíos de presentar un caso que ocurre en la intimidad, sin testigos directos. Con todo, la fiscal logró dar cuenta de la historia de esta mujer, madre de 12 hijos, marcada por agresiones. El caso fue caratulado como “Intento de femicidio y violencia de género” y la condena salió por decisión unánime de los jueces penales Gustavo Salvador, María Isabel Más Varela y Marisol Usandizaga. La defensa tiene 10 días para apelar.

Consultada por Rosario3.com, Rabin contó que la Fiscalía 4, que pertenece al sistema conclusional, tomó intervención en el caso a partir de un acta de procedimiento. Con ella trabajan otras dos mujeres, Clara Frana y Sabrina Pierri, y en ese sentido, confió, los episodios de violencia de género las interpelan particularmente.

“Fue un gran desafío. Sabemos que este tipo de delitos ocurre en la intimidad en ausencia de testigos directos”, observó Rabin que señaló que para llegar a la imputación se realizaron varias entrevistas para reconstruir la situación de violencia en la que vivió Rosana. Advirtió incluso que Ariel tenía una antecedente de amenazas coactivas calificadas. “Otra vez mismo agresor, misma víctima”, llamó la atención.

Y en todo el proceso, indicó, tal vez lo más difícil fue lograr conseguir las entrevistas. Que los allegados de Rosana y Ariel se animaran a hablar.

“Necesitamos que la gente se comprometa más. Estar atentos para detectar cuándo ingresamos a una zona de violencia que no neceariamente empieza con los golpes. Es una tarea de educación. Como Justicia hacemos todo lo que se puede, no es suficiente pero estamos encaminados. Y cuando la Justicia está tan cuestionada como ahora, vale destacar este tipo de fallos”, aseguró.

El 24 de agosto de 2013, tras una discusión, Ariel golpeó salvajemente a Rosana. Ambos vivían juntos con su pequeña hija de tres años cerca del cementerio La Piedad. Sin embargo, muchas veces Rosana, tras alguna agresión de Ariel se marchaba y quedaba en la casa de sus otros hijos. Esa noche no pareció ser distina a otra en la que “Pajarito”, como apodaban a Ariel, se ponía violento. Sin embargo, desde la Fiscalía destacaron que la golpiza ese día fue “salvaje”.

Tampoco terminó ahí.

El 25 de agosto por la tarde, Ariel fue a buscar a Rosana, la roció con alcohol y le prendió fuego. Estuvo cuatro meses internada. Las llamas afectaron el 35% de su cuerpo. Sufrió importantes quemaduras en su cara, cuello, tórax y miembros superiores e inferiores.

Antes de morir –por causas que, aclaró la fiscal, no estaban relacionadas al ataque–, Rosana acusó a Ariel de haberle prendido fuego.