Otra versión asoma detrás del desborde ocurrido el pasado lunes en el club Newell´s Old Boys cuando un grupo de barras con palos y armas de fuego ingresó al club a los tiros y generó corridas y destrozos. Desde el entorno del líder de la barra brava, Roberto Pimpi Camino –sindicado como el autor intelectual de los violentos hechos del lunes pasado–, aseguran que se trató de un "enfrentamiento de barras a raíz de una interna en la hinchada" y que lo que se busca desde la dirigencia del club es cambiar el nombre del jefe, no terminar con la barra brava. Así lo manifestó en contacto con Radio 2, Carlos Varela, abogado de los tres hermanos Camino, que por estas horas tienen pedido de captura por la Justicia. Aunque Varela dijo que su defendido rechaza por completo la acusación, aseguró que se va a entregar "en las próximas horas para aclarar lo ocurrido".
La otra versión
En contacto con Radio 2, Carlos Varela señaló que días previos al de los incidentes algunos de los integrantes del grupo de Camino fueron al club con la intención de reempadronarse, pero fueron agredidos verbal y físicamente por otros referentes de la hinchada rojinegra y no pudieron acceder al trámite para obtener la calidad de socios. "El hecho vandálico existió pero se trató del enfrentamiento de dos facciones de la barra", señaló Varela.
En este sentido, según expresó el defensor de los tres hermanos Camino, "entre los hinchas que impidieron el reempadronamiento estaba Diego Ochoa, alias el Panadero", uno de los personajes que se menciona como posible líder de la hinchada en la nueva etapa del club. Asimismo, aseguró que "esa gente (la que responde a Pimpi) se reunió en grupo para apoyarse e ir en un número mayor para llegar todos juntos al club este lunes pasado y realizar el correspondiente trámite". "Al llegar se encontraron con estos miembros de la barra que estaban y todo se desbandó", contó el abogado, que desvinculó de los acontecimientos a sus defendidos: "Ellos aseguran no haber estado al tanto".
En tanto, negó que lo ocurrido sea como lo cuentan los dirigentes del club y denunció a la dirigencia rojinegra de tener vinculación con sectores violentos. "La dirigencia del club –mencionó expresamente al presidente Guillermo Lorente y al ecretario Pablo Morosano– tiene vinculaciones con personas violentas que a su vez tienen un enfrentamiento personal con los Camino. Eso de que han decidido cortar (con los barras) no es cierto, porque tienen relación con el grupo comandado por el Panadero Ochoa", cuestionó Varela. Y agregó: "La barra brava no se termina, puede haber sólo un cambio de nombres. En el fútbol nadie orina agua bendita, son una manga de delincuentes del primero al último".
Por último, el abogado apuntó al poder político y policial. "Hay connivencia (con la nueva dirigencia y con el sector del Panadero) por parte de los funcionarios de seguridad y de la policía", agregó, y acusó directamente al ministro de Seguridad, Daniel Cuenca, de quien dijo que es cómplice en la supuesta maniobra "para sacar a Camino del medio". "Esto no es una investigación, es una persecución; se trata de una caza de brujas", concluyó.
Varela negó vinculación de su defendido con el desborde
El abogado de Pimpi acusó a la dirigencia del club


