Cuando abrieron las mochilas pudieron ver el metal, afilado y opaco, entre los útiles escolares. En una de ellas había una barra de metal de 20 centímetros afilada y otro trozo de 32 centímetros. También una sevillana. En la otra, más de lo mismo: un pedazo de metal de 32 centímetros de largo con sus extremos cortantes. Pertenecían a dos jóvenes de 16 y 17 años de la escuela Nº 435 Luis María Drago y fueron requisadas por personal del Comando Radioeléctrico que se presentó en el lugar advertidos por la misma vicedirectora.
Este lunes al mediodía, la vicedirectora de la escuela escuchó lo peor: algunos alumnos le contaron que otro grupo planeaba protagonizar una pelea fuera de la escuela y que dos de ellos estaban armados. Sin dudar, la docente dio aviso a la comisaría 11ª y en pocos minutos personal del Comando Raioeléctrico apareció en la institución.
Los mismos agentes hicieron llamar a los dos chicos de 16 y 17 años, quienes debieron entregar sus mochilas. Al abrirlas, la policía pudo encontrar los elementos punzantes y los menores fueron demorados.
Este lunes al mediodía, la vicedirectora de la escuela escuchó lo peor: algunos alumnos le contaron que otro grupo planeaba protagonizar una pelea fuera de la escuela y que dos de ellos estaban armados. Sin dudar, la docente dio aviso a la comisaría 11ª y en pocos minutos personal del Comando Raioeléctrico apareció en la institución.
Los mismos agentes hicieron llamar a los dos chicos de 16 y 17 años, quienes debieron entregar sus mochilas. Al abrirlas, la policía pudo encontrar los elementos punzantes y los menores fueron demorados.