José Vizcarra es, para los integrantes del plantel y el cuerpo técnico de Central, sencillamente “el Chino”, apodo que le puso Andrés Díaz (hoy en el fútbol portugués) porque “decía que llegaba a las prácticas de la mañana con los ojos cerrados”, tal como confesó en este lunes en Fuera de Juego, por Radio 2.
Pero para los hinchas canallas es algo más: Vizcarra es la esperanza del gol postergado; es la certeza de que no habrá cese en los intentos por batir la valla rival; es la ilusión de saber que allá arriba hay un muchacho con sangre auriazul y ansias de revancha, que hace muy bien eso que no todos los delanteros pueden: convertir.
Pero parece que el máximo artillero histórico de las inferiores centralistas, tantas veces relegado por entrenadores con inexplicables ataques de miopía, se perderá el trascendental juego ante Arsenal del próximo viernes a las 19: al menos, eso dejó traslucir el propio atacante en su diálogo con Tessandori y compañía.
“De la lesión en el aductor estoy mejor”, inició la nota Vizcarra. “Hoy trabajé normalmente a la mañana en la parte física, y a la tarde me hicieron hacer algo tranqui para no cargar la zona. Estoy mejorando, ya no tengo nada de dolor”. Aunque a continuación se encargó de dejar en claro que no es optimista en relación a su presencia ante los de Alfaro: “Está medio complicado que juegue, sobre todo porque hace más de diez días que no hago nada con pelota, y menos fútbol. Habrá que ver que dice el técnico: tampoco queremos cometer un error, porque por jugar este partido puedo perderme dos o tres si se me agrava esto, y prefiero de última llegar al ciento por ciento contra Lanús”, confesó.
La molestia en esa zona data de la semana previa al encuentro ante Vélez: de hecho, entró a jugar contra el Fortín disminuido, y debió pedir el cambio en el entretiempo: “Yo antes de Vélez me sentía bien; en la entrada en calor no me molestó, pero en la primera jugada del partido sentí el tirón. Porque no me había exigido nada, y la entrada en calor no es lo mismo. Por eso pedí el cambio”, señaló.
A Vizcarra siempre le ha costado ganarse un lugar, pese a los pergaminos que casi por decantación lo conducían a Primera. Por eso, se entiende su lucha por no salir: “Uno siempre quiere estar, y más en el momento que me tocaba estar atravesando a mi. Venía haciendo goles; para mi era el peor momento para perderme un partido”
A la hora de analizar la campaña hecha hasta aquí, Vizcarra no duda en calificarla de “desastrosa”. “Todos los sabemos y queremos salir de esto. Hay que tratar de tener el ánimo bien alto y meterle ganas, porque ahora se viene una final con Arsenal y no se nos pueden escapar los puntos. Hay que ir allá y dejar la vida”, enfatió.
Por último, se refirió al arribo de Hugo Galloni a la conducción técnica del plantel profesional: “Hugo nos conoce a todos desde chicos. Fue el técnico que más años tuve. De sexta hasta la reserva lo tuve siempre, todos los años. Me conoce bien, como prácticamente a todos los que estamos ahí. Va a ser importante cómo vea él a cada uno, y segur va a dar una mano para poder salir de esto”.
Vizcarra habló de su lesión
