La ruta nacional 7 permanece con el tránsito cortado en la mañana de este miércoles a la altura de la laguna La Picasa, en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. Es por el desborde de las aguas que llegaron al puente que atraviesa ese espejo de agua, algo que ya sucedió el pasado mes.

La Picasa es compartida por dos provincias ya que en el extremo noroccidental se encuentra Buenos Aires (a la altura del partido de General Pinto) y en el extremo medio inferior occidental, Santa Fe (Departamento de General López), posee una superficie de unos 300 kilómetros cuadrados y una cuenca conformada por infinidad de lagunas y bañados de 5.500 kilómetros.

Los desvíos, según informó Vialidad Nacional, se realizan hacia la ruta 8 en los puntos de control establecidos en Rufino (ruta nacional 33 y ruta nacional 7) y en Diego de Alvear, en la provincia de Buenos Aires (ruta nacional 7 y ruta provincial 14).

El paso está suspendido para todo tipo de vehículos debido a la crecida del humedal en los últimos días y las lluvias que alteraron el caudal normal de la laguna.

Trabajadores de Vialidad Nacional realizan obras de protección del talud con la colocación de piedras para reconstituir el cuerpo del terraplén y resguardar la integridad de la calzada.

A partir de que se presentaron buenas condiciones climáticas y que no hay tránsito, los trabajadores lograron avanzar con la reparación de los puntos más críticos del terraplén.

Angel Borello, productor de la localidad santafecina de Amenábar, dijo que “La Picasa crece un centímetro cada cuatro días y además en la zona, desde el viernes pasado, llueve todos los días entre 20 y 60 milímetros”.

“La cota del pavimento es de 104.47 metros sobre el nivel del mar, en tanto que la de la laguna es de 104.38, por lo que las olas que golpean sobre el pedraplén son de 60, 80 y hasta un metro de altura". 

Por su parte, el productor José Acosta, de General Pinto, provincia de Buenos Aires, expresó que a su criterio existen dos problemas: ”controlar el tamaño de la laguna y mantener expeditas las vías y la ruta 7”, y destacó que “la laguna se controla con canales de desagüe y estaciones de bombeo, pero esto no garantiza que lluvias extraordinarias en la cuenca superen la capacidad de desagüe”, aseveró.