El calvario de las carreras clandestinas en plena vía pública volvió a amenazar las calles de la ciudad. Es que personal policial desbarató en un solo día dos picadas de autos y de motos montadas en distintos puntos de la ciudad.

 

Una de las corridas, la de autos, se estaba desarrollando en la zona norte de Rosario. La improvisada pista de carrera se extendía desde la esquina de Alberdi y Almafuerte hacia el norte. Los vehículos involucrados eran un Fiat Uno y un Gol conducidos por jóvenes de 20 y 24 años.

 

Después de que personal policial recibiera gran cantidad de denuncias de los vecinos de ese barrio se realizó un operativo y se detuvo a los jóvenes.

 

Los autos utilizados en las picadas generalmente son chicos (Fiat Uno, Gol, Clio, Palio) y a simple vista se nota que pasaron por un taller mecánico donde se polarizaron los vidrios, se  cambio la suspensión y las llantas y se preparó el caño de escape.

 

La otra picada que quedó trunca cuando los efectivos policiales llegaron fue una de motos que se estaba realizando a lo largo de avenida Circunvalación desde Buenos Aires hacia el sur. En ese lugar se secuestraron cerca de seis motos que estaban corriendo carreras y quedaron detenidas cerca de diez personas mayores de edad, de entre 35 y 45 años.

 

Según fuentes policiales, “tanto las carreras clandestinas con autos y con motos comienzan con hacer sonar motores, esperar que el semáforo de verde y ahí se sale a la fatal carrera que trepa a una velocidad de 120 kilómetros por hora”.