Sin acuerdo a la vista vuelven a parar esta semana los trabajadores de la salud provincial. La medida de fuerza que será de 48 horas afectará la prestación del servicio profesional en todos los efectores provinciales durante los días miércoles y jueves de esta semana.
El conflicto que mantiene enfrentados al gobierno ya los trabajadores de la salud provincial, lleva más de tres meses y obedece a una serie de reclamos laborales entre los cuales se destacan la equiparación salarial con sus pares de la Municipalidad, el pase a planta permanente de los contratados y blanqueo de las sumas en negro.
“El pedido es el de siempre –explica la delegada Gabriela Pino a Rosario3.com–: una remuneración mínima de bolsillo para el cargo profesional de 24 horas y para el cargo no profesional de 30 horas, de 2.400 pesos, el blanqueo de todas las cifras en negro, con el consecuente incremento del básico, el pase a planta permanente de todos los trabajadores de la salud (contratados, becarios, personal de emergencias, interinos y con todo tipo de relación laboral en negro), devolución y reconocimiento de cargos de jefe de servicio y departamento –en función– con remuneración por mayor responsabilidad y no por mayor jornada laboral, como ocurre en la actualidad”.
Los trabajadores piden además, que la Provincia los llame a una mesa de negociación para crear una carrera sanitaria que alcance a todos los trabajadores de la salud de la provincia de Santa Fe, tal como se está realizando en estos momentos con los trabajadores de la salud de la Municipalidad de Rosario.
Efectores sin servicios básicos
Los trabajadores de la salud provincial denuncian:
En la mayoría de los centros de salud de las tres áreas hay cortes reiterados de luz, lo que implica la pérdida de grandes partidas de vacunas y la falta de agua potable genera una suciedad crónica altamente insalubre.
En el Centro de Salud Nº 3 del Barrio 7 de septiembre, el agua sale sucia y no se realizan análisis bacteriológicos, en el hospital Provincial ante la falta de bolsas de residuos, se usan las destinadas al material patológico.
La falta de gas y de calefacción en los consultorios y salas de espera resulta insalubre tanto para los pacientes como para los trabajadores durante el invierno y en la misma estación, en medio de un pico de broncolitis y broncoespasmos, en los efectores se carecía de de aerosoles broncodilatadores.
En el hospital de niños Zona Norte falta leche deslactosada, el suministro de artículos de limpieza, como jabón y toallas son insuficientes y se deben cortar por la mitad los baja lenguas para ahorrar.
En la Terapia intensiva pediátrica del hospital Provincial faltan antibióticos y materiales descartables, el mamógrafo existente en radiología del hospital Provincial pertenece a Lalcec y en el servicio de Neonatología no hay suficientes recursos técnicos para monitorear la provisión de oxígeno a los bebés en incubadora.
En el hospital Provincial la falta de insumos en laboratorio hace imposible realizar estudios tan simples como un hemograma, en los centros de salud es frecuente la ausencia de iodopovidona y guantes para la realización de Papanicolau.
En el centro de salud Nº 5 faltan termómetros, tensiómetros, gasas, jeringas, alcohol, analgésicos y medicamentos específicos para tratamientos crónicos.
En el Samco de Villa Constitución, el servicio de Neonatología se encuentra cerrado desde hace dos años. En el mismo lugar no cuentan con suero antiofídico, aún teniendo en cuenta que se trata de una zona de riesgo.
En muchos efectores faltan recetarios, formularios de derivación, papel para historias clínicas y no hay teléfonos en buenas condiciones para la intercomunicación entre los servicios.