Javier Cigno
Yo vi que Newell´s volvió a ser Newell´s y en este momento decisivo del campeonato esa es sin dudas una gran noticia para Berti.
Se mostró repuesto del golpe del clásico y volvió a exhibir su mejor fútbol. Le faltó algo que para mí es clave: la suerte. La que por ejemplo tuvo en el partido ante Racing pero le faltó en cantidad frente al Tomba, porque si de merecimientos hablamos, Newell´s debió haber ganado no menos de 3 o 4 a 1.
Pelotas en los palos, actuación consagratoria del arquero rival e impericia a la hora de la definición. Un combo que conspiró contra sus merecimientos. Y ahí me quiero detener, porque la labor de Carranza es mérito suyo; contra el azar poco y nada se puede hacer; pero hay una cuestión que parece insoslayable analizar: la falta de definición.
Newell´s tiene un 9 de experiencia y jerarquía en el banco y un inexperto e improvisado entre los 11. Y esto no es en desmedro de Muñoz, que ya demostró que en otra función puede ser útil; esto debe ser más que nada un llamado de atención porque el torneo entra en etapa de definición y seguir cometiendo ese error puede costarle caro.
Lalo Falcioni
Yo vi en este fin de semana tan particular y fabuloso para todos los argentinos que tuvimos la oportunidad de celebrar otra jornada democrática, cómo otra vez el fútbol les dio un espaldarazo a aquellos protagonistas, o ex protagonistas, que decidieron utilizar esa plataforma para avanzar sobre otros terrenos.
El ex árbitro Héctor Baldassi en Córdoba y el ex castigador de tibias rivales Carlos Mac Allister en La Pampa, lograron dos bancas en la cámara de Diputados para el próximo período legislativo. No es casualidad que ambos hayan llegado a la política de la mano del PRO, liderado por el ex presidente de Boca Mauricio Macri, un espacio político que apuesta a este tipo de experimentos.
Tampoco es fruto del azar que ambos representen a frentes de derecha; el fútbol poco a poco va encerrando a sus actores en burbujas conservadoras, que obviamente tienen sus, para mí, conmovedoras excepciones.
Celebro que gente del fútbol se anime a transitar un camino tan importante y necesario como la política. Ahora; si se hace solo desde la trascendencia que tienen sus nombres y sin una conciencia social bien orientada, la experiencia puede resultar tan desagradable como una tarjeta roja de la Coneja o una plancha al tobillo del Colorado.
Pablo Montenegro
Yo vi a Mauricio Caranta atajar todo lo que le tiraron en Córdoba. Y transformarse en la gran figura de la que fue la nueva victoria canalla ante Belgrano.
El trabajo de Caranta no fue heroico ni mucho menos. Lejos estuvo de parecerse, por ejemplo, a la actuación de Wilfredo Caballero contra el Real Madrid hace un par de semanas. Pero Caranta, cuyo mano a mano a Affranchino fue su intervención más destacada, siempre rinde sin necesidad de histrionismos o extravagancias inncecesarias.
El arquero cordobés no tiene perfil de ídolo. Es silencioso pero trabajador y cuenta con alto puntaje en todos los aspectos en los que se analiza a los que ocupan su puesto: sale bien, salta bien, le pega bien, ataja bien, tiene personalidad, está bien ubicado y transmite seguridad.
Caranta le ha dado a Central la tranquilidad que ningún arquero le dio de un largo tiempo a esta parte, sobre todo en los últimos años, incluido el mejor momento de Broun, siempre resistido por su salida en los centros. Y aunque no provoque amores desenfrenados, Caranta cumple con su deber con perfil bajo y siempre aprueba dentro de su sobriedad. Algo que ya es su marca registrada.
Omar Denoya
Yo vi a Newells como lo vio Bernardi y a Central como lo vio Russo. Lucas dijo de su equipo: "Me parece que el resultado con Godoy Cruz no muestra lo que pasó en el campo. Tuvimos opciones de gol, fuimos profundos y realizamos un muy buen juego. Sólo tuvimos 10 minutos en que el rival creció. Nos empataron un partido que deberíamos haber ganado. Nos faltó definición. Eso quedó claro en la cancha. No pudimos marcar más goles y tampoco pudimos sostener el 1 a 0”.
Por su parte, Miguel Russo no dudó en afirmar: “Nos falta, seguro que este grupo puede dar muchísimo más, pero ojo que hay evolución. Hay cosas pendientes, por supuesto. Yo soy el primero en decir que nos falta...”.
Así los discursos, así las cosas. Newells superando la expectativa que lo situaba en un lugar de transición, ganó un punto de seis que podrían haber sido 4 y Central de a poco va hacia el lugar que le corresponde de acuerdo al currículum de su plantel y entrenador: mitad de tabla hacia arriba. Ganó seis de seis que podrían haber sido dos de seis, pero recupera injustas pérdidas de puntos ante Colón, River y Arsenal por citar algunos ejemplos.
Mientras las palabras y los hechos sean la misma cosa, crece la esperanza de celebrar el mejor semestre del fútbol rosarino en los últimos ocho años. La ciudad futbolera, agradecida.
Juan Cruz Funes
Yo vi y escuché a Ricardo Zielinski ser sintético en el análisis de la derrota de Belgrano: "Central solo tuvo 2 chances de gol contra 5, 6 nuestras", dijo. Similar discurso utilizado por Berti en el post partido clásico. Hoy por hoy son "efectividad", "contundencia" las palabras que mejor definen el presente canalla, a partir de entender que en aprovechar las situaciones está la clave de lograr victorias.
Russo en la semana decía, "Todavía nos falta mucho para consolidarnos como equipo", y esto se ve en cancha por ejemplo a la hora de buscar un referente para el ataque, o un distinto que pueda cambiar el eje de un partido. Sin dudas que el cambio de esquema lo favoreció claramente porque hay más variante de ataque.
Mas aun con el gol de Luna, creo que este once titular se presenta como inamovible, más allá de alguna lesión o expulsión. Por ende, si Russo ya encontró el equipo como parece, los jugadores han recuperado confianza y sobretodo llegaron los resultados, es el mejor momento para hacer hincapié en aspectos como marcar mejor la pelota parada en contra, tener mas goles de delanteros titulares y plantarse mas lejos de Caranta.

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