Son muchas las famosas que visten sus diseños para asistir a celebraciones y para caminar por la alfombra roja, pero no sólo de la que lleva a las estrellas a soñar con conseguir las preciadas estatuillas, también por esa que nos deja justo en el altar.

Sus vestidos se reparten en fiestas y casamientos en partes iguales. Lo único necesario para disfrutar enfundadas en sus creaciones es poseer suculentas cuentas bancarias. Los factores que despiertan nuestra imaginación son ilimitados, leer, mirar una revista, ver una película, en cualquier momento una imagen puede hacer un clic en nuestra cabeza y convertirse en el puntapié inicial que nos lleve a concretar una idea. Por eso, si
están a las puertas de un acontecimiento que amerita un buen vestido lo mejor es echar un vistazo a las propuestas de este diseñador, elegido por celebridades y novias.

Quizá su éxito se base en combinar líneas muy femeninas con detalles de última moda. Sus colecciones se caracterizan por destacar las líneas femeninas, imprimiendo cortes que adaptan las prendas al cuerpo, nunca decanta por un color sino que aprovecha al máximo una amplia paleta, todos los tonos tienen algo para ofrecer.

Dice que a la hora de diseñar su mente piensa en una mujer segura de sí misma. Zac Posen es un típico neoyorkino, allí nació el 24 de octubre de 1980. Comenzó su relación con el mundo del arte desde muy joven trabajando en el Museo Metropolitano, justamente en el ala destinada a la moda. No necesitó mucho para darse cuenta hacia dónde debía dirigir sus pasos. Se matriculó en la escuela Saint Ann para las Artes, en Brooklyn, una cosa llevó a la otra, lo que derivó en aportes a distintas revistas.

En 1999, entró en la prestigiosa escuela de diseño Saint Martins, de Londres. En septiembre de 2001, finalizada su formación en Londres, regresó a Nueva York y armó su propio estudio, en el corazón del Soho, barrio donde creció. No esperó mucho para mostrar los suyo, en febrero de 2002, presentó su primera colección durante la
Semana de la Moda de Nueva York. A partir de ahí su fama no paró de crecer.

Como último dato, a Posen le gusta probar sus diseños en su propio cuerpo y ver cómo se siente con ellos puestos. Considera este ritual de gran importancia.