El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió a trabajar de manera "urgente y activa" para que las instituciones financieras internacionales faciliten liquidez a los sistemas iberoamericanos en dificultades.

Zapatero hizo público este compromiso en la rueda de prensa con la que cerró su participación en la XVIII Cumbre Iberoamericana, una cita que, según sus palabras, ha llegado a su mayoría de edad con buena salud y demostrando que los países de la región son capaces de consensuar una posición común ante situaciones tan trascendentales como la actual crisis financiera.

Los problemas para obtener liquidez y crédito han llegado a la región latinoamericana más tarde, "pero han llegado" y hay países que carecen de un importante volumen de reservas para hacer frente a la crisis, dijo.

Ante la petición recibida para que España respalde a los países con problemas, se comprometió a hacer todos los esfuerzos necesarios para que las instituciones internacionales faciliten liquidez.

Zapatero elogió la coincidencia de los jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos ante la crisis financiera y restó importancia a las voces más críticas con el modelo capitalista.

A su juicio, se puede discutir el grado de reforma que necesita el sistema financiero, pero no sería adecuado construir un nuevo modelo "ex novo" y "hay que partir de lo que tenemos": el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Al margen de esas opiniones críticas con el capitalismo, destacó el consenso generalizado de los líderes iberoamericanos en el rechazo de las políticas neoliberales

"El mercado es el mejor método para asignar los recursos. Instituciones financieras sí, pero con reglas, con orden, y siempre con la consideración de que tienen que responder a un interés de lucro y, al tiempo, al interés general", manifestó.

A su juicio, el pensamiento neoliberal, basado en la desregulación y en la negación de lo público y del Estado, "se ha derrumbado por sí mismo".

Para Zapatero, el neoliberalismo económico "no será muy bien juzgado por la historia", como tampoco lo serán los discursos que han rechazado "lo público" con intención de acumular el poder en unas pocas manos privadas.
Subrayó así la coincidencia de los líderes iberoamericanos en la importancia del papel del Estado y de los gobiernos, que, dijo, tienen la responsabilidad última de los destinos de un país.

Mostró además su satisfacción por el consenso en torno a la necesaria reforma del sistema financiero internacional y de sus instituciones, de modo que se incremente la capacidad de supervisar la actividad de las entidades de inversión.

Se trata, dijo, de una "tarea ambiciosa" que, insistió, sólo se puede hacer con un gran acuerdo multilateral que respete la realidad geopolítica y geoeconómica de principios del siglo XXI.

Al margen de las sesiones plenarias de la Cumbre, Zapatero mantuvo numerosas reuniones bilaterales con jefes de Estado y de gobierno iberoamericanos a los que ratificó su compromiso con la cooperación al desarrollo, que está "batiendo récords".

Este año España va a destinar 1.500 millones de euros a la región, una cifra que representa el 40 por ciento de toda la cooperación española y que tiene dos pilares: la iniciativa del canje de deuda por educación y el Fondo de Agua y Saneamiento.

Zapatero elogió la organización salvadoreña de la Cumbre y se mostró convencido del éxito de la cita del próximo año, cuando Lisboa acogerá a los jefes de Estado y de Gobierno de los 22 países iberoamericanos.

Fuente: EFE