Una familia que fue asaltada en su propia casa sufrió la peor de las pesadillas. El hecho se registró en Liniers al 500 bis y, aunque no duró más de 15 minutos, para las víctimas del robo el mal trago se hizo eterno. Atados y encerrados en un cuarto terminaron siendo rehenes en su propia casa.
Braulio había dejado la puerta abierta porque volvía enseguida. Casi nunca se toma esa costumbre pero esta vez pensó que volvería pronto de guardar el auto en la cochera que está ubicada en la esquina de la casa. Pero esa noche la distracción le jugó una mala pasada. Cuando volvió dos delincuentes habían ingresado a su domicilio y bajo amenaza de muerte habían reducido a Adriana, su esposa.
Uno de los delincuentes estaba armado y procedieron a maniatar al matrimonio con los cables del teléfono. "Estaban muy violentos, aunque tenían la cara descubierta nos pedían que no los miremos y varias veces nos dijeron que nos iban a matar", contó Adriana en declaraciones a Radio 2.
Aunque en la casa estaban los hijos del matrimonio, una nena de 12 años que miraba televisión en la pieza, y un varón de 23 que se estaba bañanando, los delincuentes ni se percataron de la presencia de los chicos. Pero sí recorrieron la casa para llevarse los objetos de valor que tenían a mano. "Se llevaron unos 800 pesos de dinero en efectivo, todos los celulares que había en la casa, casi todos los pares de zapatillas que encontraron y una máquina de fotos", contó Adriana.
Por último, el matrimonio fue encerrado en uno de los y los delincuentes escaparon.