La próxima edición del festival de Cannes solo permitirá la participación de largometrajes que pasen por las salas de cine, impidiendo que obras estrenadas en plataformas de streaming, como Netflix, HBO o Amazon Prime Video, tengan posibilidades de obtener la Palma de Oro.

"A la gente de Netflix le encantó la alfombra roja y le gustaría estar presente con otras películas. Pero entienden que la intransigencia de su propio modelo es ahora lo opuesto al nuestro", indicó Thierry Fremaux, director del festival, en el portal The Hollywood Reporter.

La decisión surgió a raíz de la polémica desatada en la edición de 2017 con Okja y The Meyerowitz Stories: ambas ficciones originales de Netflix participaron en el Cannes Film Festival pero no pasaron por los cines (se estrenaron en la plataforma de streaming).

En otras palabras, no hubo reciprocidad.

"El año pasado, cuando seleccionamos estas dos películas, pensé que podría convencer a Netflix para que las lanzara en los cines. Fui presuntuoso, se negaron", reconoció Fremaux sobre su estrategia a la hora de incluir en dichas obras la competencia pasada.

"La historia del cine y la historia de Internet son dos cosas diferentes", sostuvo en un apoyo manifiesto "al modo tradicional de exhibición cinematográfica en Francia y en el mundo".

Por su parte, Reed Hastings, director ejecutivo de Netflix le apuntó a las cadenas de cines que “quieren impedir que participen en la competición del Festival de Cannes".

No osbtante, Fremaux señaló que las plataformas de streaming podrán presentar sus proyectos en el marco del Festival, pero siempre fuera de la competencia por la Palma de Oro.

Lo antes expuesto se suma a otra decisión que se tomó desde el prestigioso encuentro cinematográfico galo en los últimos días: también se prohibieron las selfies en la alfombra roja.