El grupo Canticuénticos es, sin lugar a dudas, una de las mejores propuestas musicales y artísticas para acompañar las infancias en su etapa crecimiento y desarrollo. Sus canciones se escuchan, cantan y bailan en cientos de jardines y escuelas de Argentina y Latinoamérica.

“La cumbia del monstruo”, “Quiero para mí”, “El mamboretá”, “Noni noni” o “Bate con la cucharita”, ya cuentan con cientos de miles de reproducciones en YouTube.

Composiciones de su propia autoría sobre ritmos argentinos y latinoamericanos, con letras que atraviesan todos los tópicos, desde los más divertidos y disparatados hasta los más difíciles y delicados.

“Lo que nosotros buscamos es generar un contenido que tenga una verdad, que sea de verdad y esta es nuestra verdad. Hacer nuestra música propia con nuestros ritmos folclóricos, que sentimos, que nos identifican, y vincular nuestras infancias con este patrimonio cultural. Las canciones son originales y buscan ser un aporte al cancionero popular infantil”, aseguró Gonzalo Carmelé en una entrevista exclusiva con Rosario3.

El grupo está formado por Ruth Hillar (voz, flauta y acordeón), Daniela Ranallo (voz), Laura Ibáñez (voz), Gonzalo Carmelé (bajo y coros), Daniel Bianchi (guitarra, charango y coros), Nahuel Ramayo (batería, percusión y coros) y Sebastián Cúneo (producción, iluminación, fotografía y video). También lo integran Cintia Bertolino (voz invitada y asistencia de puesta en escena), Darío Zini (asistencia de escenario, aerófonos, charango y percusión) y Javier Escandell (sonido).

“No tenemos una fórmula concreta. Simplemente van apareciendo ideas y cada uno va tomando la posta donde se va sintiendo cómodo. Cada uno de los integrantes fue y va encontrando su rol. Por ejemplo en mi caso, a raíz de la pandemia, me encontré con la posibilidad de animar algo que no había hecho en mi vida y con Seba (Cúneo) hicimos el video de Pañuelito blanco que lo animamos íntegramente entre los dos”, agregó el músico.

Canticuénticos no solo es música sino que además sigue apostando por historias que llegan a los más chicos en formato libro papel. “Para nosotros el objeto libro es importantísimo . tenemos la convicción que es irreemplazable. En ese sentido hicimos la colección de ocho libros que se llama Canticuénticos en papel”, afirmó Gonzalo.

Contrarresta. el avance de las nuevas tecnologías haciendo hincapié en el vínculo personal que se establece entre los artistas y el espectador es otro de los grandes desafíos de este tiempo. “Nosotros entendemos que, en los tiempos que vivimos, estamos atravesados por las nuevas tecnologías. Estamos invadidos por pantallas y mucha información que por ahí están dando vueltas por el aire y quedan en la nada", evaluó el integrante del grupo.

"Entonces nuestra propuesta es parar un poco la pelota, vivir el momento, prestar atención y explorar con todos los sentidos lo que sucede sobre el escenario. La idea es que no se pierda el foco y que lo importante sea una persona con la que podemos interactuar", añadió el bajista.

Temáticas complejas como el abuso y el maltrato infantil no escapan de los contenidos que propone el grupo. “Con Canticuénticos entendemos que hay que hacer un acompañamiento de la infancia en las cosas lindas pero también en las cosas más difíciles. Tratamos de hablar de cosas que por ahí están naturalizadas como por ejemplo el trabajo infantil. El hecho de que en una casa grande vive mucha gente y que pasa con una casa chiquita que está llena de gente que contamos en el canción Hornero ¿Qué ves?", señaló Gonzalo. 

"La canción Hay secretos creemos que tiene una misión que está muy clara que es el hecho que no se tienen que guardar los secretos que hacen mal. Esta idea de que los chicos puedan expresar y sacar las cosas que nos pesan. Nos han llegado un montón de historias de personas de diferentes edades que a partir de esta canción se han permitido exteriorizar y visibilizar situaciones feas que estaban atravesando”, finalizó. 

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