Este jueves 7 de diciembre La Vigil cumple 10 años desde su recuperación, fecha que coincide además con una actualización de la placa de señalización como Sitio de Memoria. Es por esto que la celebración será doble, con entrada libre y gratuita, desde las 18.30 en el ingreso a la institución por calle Gaboto 450.

Se realizará con participción de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y luego la celebración será en la calle con música para toda la comunidad con una fiesta en la calle, donde sonarán bandas varias, con estilos pop, funk, disco, blues, rock, jazz, boleros, entre otros estilos.

El presidente de Vigil, Roberto Frutos, destacó en diálogo con Rosario3 que “tiene un doble valor este encuentro: por un lado destacar con la señalización de lo que ocurrió aquí, a lo que llamamos un «genocidio cultural», y que coincide con la fcha en que se cumple una década en que fue recuperado el inmueble desde el Estado. Celebramos la persistencia, y todo lo que creció La Vigil todos estos años, muy a pesar de las difucultades economicas y politicas que atravesamos, y las que se vienen”.

Una primera señalización se hizo en el ingreso a la parte de la biblioteca (Alem 3078), en 2015, y ahora se realiza una actualización, porque en 2020 se conocieron las condenas a prisión perpetua de la causa Feced III y IV de los juicios de Lesa Humanidad, del que fueron detenidos ilegalmente ocho miembros de su entonces comisión directiva. Al día de la fecha, veinteseis socios, empleados, docentes, cooperadores y estudiantes de La Vigil se encuentran en condición de asesinados o continúan desaparecidos.

En el marco del plan sistemático de terror y exterminio de la dictadura cívico-militar, el 25 de febrero de 1977 la Biblioteca Popular Constancio Vigil fue intervenida. Sus bienes muebles e inmuebles fueron saqueados, rematados, expropiados y ultrajados, y solo una pequeña parte resultó devuelta (en mal estado) de manos del Estado provincial. Por el desguace físico, al momento no hubo avances en la justicia (ver apartado).

Los innovadores proyectos colectivos que sostenía este espacio cultural en los '70 fueron desarticulados y una gran cantidad de libros que constituían el acervo de la biblioteca y su editorial fueron quemados, robados y destruidos.

La primera señalética fue descubierta en 2015 en el ingreso de la biblioteca por calle Alem.

 

Década ganada de crecimiento


Desde la restitución a esta parte, se reactivó el servicio de biblioteca, se fueron sumando decenas de talleres, siguieron activos todos los niveles escolares, y se reabrió su reconocida editorial, entre decenas de acciones, muchas de ellas solidarias con la comunidad rosarina y de la zona sur.

Consultado sobre esta década, Roberto Frutos estimó: “En retrospectiva de estos 10 años, La Vigil no dejó de crecer, sumando servicios y sumando cantidad de socios. Cuando se restituyó eran unos 500, fue creciendo en número, luego en pandemia bajó, y en los últimos tres años ya llegamos a unos 1700”.

Luego enumeró: “Se recuperó el teatro hace nueve años (que cerró 17 meses en pandemia y está de regreso muy activo), y los talleres, que son unos 40 entre educativos, culturales y de oficio, son para toda la comunidad. Cabe destacar que entre ellos vienen chicos a asistencia escolar, personas con discapacidad, y ciudadanos que aprenden a leer en el taller de alfabetización”.

Pero además, recordó que como es un sitio de memoria, “su nucleo central está en los recorridos guiados en grupos especificios y abiertos, que se hace desde 2015. Y vemos como fundamental seguir recorriendo y contando la historia de desguace, detenciones ilegales y desapariciones que vivió La Vigil, para que no se vuela a repetir”.

Sobre el vínculo con el Gobierno, Frutos destacó una “deuda del Estado provincial en la economía de La Vigil, ya que hubo varias propuestas y ninguna avanzó”, por lo que estableció su “expectativa del nuevo gobierno de Maximiliano Pullaro en un mejor vínculo y más cercanía con la institución que se encuentra económicamente en situación deficitaria, ya que al ser un espacio con fines sociales, contiene cuotas societarias muy bajas, así como las escolares”.

Por fuera de la economía, también manifestó su preocupación sobre lo que viene en términos de política: “Hoy enfrentamos una coyuntura compleja con referentes nuevos en el gobierno que incluso reivindican discursos negacionistas”.

Justamente por eso, sobre la nueva señalización que ahora se podrá ver por su ingreso en calle Gaboto, destacó: “Es un gesto para hacer memoria activa y que esos delitos no se vuelvan a repetir, sobre todo hoy que hay sectores en el poder del Estado que reivindican los crímenes de Lesa Humanidad. Sabemos que vienen coyunturas complicadas. Es un desafío duplicar los esfuerzos”.

De los miembros de la comisión directiva de 1977 que fueron detenidos, Augusto Duri y Omar Pérez Cantón son los dos que permanecen con vida en la actualidad, y serán parte de la celebración. “Ambos aportaron sus testimonios valiosos en la causa, y fueron distinguidos en el Concejo de Rosario junto a los demás detenidos de manera post mortem”, celebró Frutos.

Desde su restitución se multiplicaron las actividades culturales, con presentaciones de libros y charlas para la comunidad.

Los orígenes de un bastión cultural del sur rosarino

El 11 de noviembre de 1959 nació la Biblioteca Vigil, luego de haber dado sus primeros pasos en la Asociación Vecinal del Barrio Tablada y Villa Manuelita. Gracias al impulso otorgado por la venta de una rifa, que al poco tiempo se convirtió en un Bono bianual, La Vigil logró expandirse de forma única y sin precedentes.

Para la década 1970 en este complejo mutual funcionaba un jardín de infantes, una escuela primaria, un instituto secundario, una universidad popular, un observatorio astronómico, el Museo de Ciencias Naturales, un centro materno infantil, el propio sello Editorial con su imprenta, un centro recreativo deportivo, el centro de cómputos y una caja de ayuda mutua.

Una tardía recuperación del sitio

A pesar de que la dictadura terminó en 1982, la recuperación de La Vigil tuvo varios intentos. Con el advenimiento de la democracia, un grupo de vecinos y socios se abocó a la recuperación de la biblioteca, cuyo título de propiedad estaba en manos del gobierno provincial.

Recién en 2012 se recuperó la personería juriíica y se armó la comisión directiva. Una ley permitio la devolución de los pocos bienes que se había llevado el Estado, y el 7 de diciembre de 2013 se realizó el acto simbólico y concreto.

Entre su patrimonio figuran los inmuebles ubicados en la manzanas de Alem, Gaboto, 1º de Mayo y pasaje Perkins; y Alem, Gálvez, Ayacucho y Virasoro, donde funcionan ocho establecimientos educativos de gestión pública y uno de privada, bajo jurisdicción de los ministerios de Educación y de Innovación y Cultura.

Las instituciones educativas hasta la actualidad son de las escuelas terciarias de Artes Visuales, de Cine y TV; y de Teatro (del área de Cultura); y el Jardín Nº 51; el Jardín Nº 71; la Escuela Primaria Nº 1235; la Escuela Secundaria Nº 338 y la Escuela Técnica N° 8057 (del área de Educación).

Lo que viene: el juicio a los responsables del desguace

Como se comentaba anteriormente, los juicios a los genocidas responsables de las detenciones ilegales y las desapariciones ya tuvieron sentencia en 2020, razón por la que se actualiza este jueves la señalética como Sitio de Memoria. Pero sobre el desguace de los bienes del predio de La Vigil, “la malversacion de fondos, estafas, defraudaciones”, que enumeró Frutos entre los delitos económicos perpetrados por civiles, no hubo muchos avances en la justicia, hasta hace relativamente poco.

En agosto de este año se elevó un pedido de indagatoria que el fiscal federal Fernando Arrigo presentó el lunes ante el juez federal n° 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, para que se investiguen las responsabilidades de quienes llevaron adelante el proceso de liquidación patrimonial de la Biblioteca Vigil iniciado en febrero de 1977 y continuado ininterrumpidamente hasta el año 2012

Frutos estimó: “Sabemos que las causas que involucran a civiles suelen tener una demora mayor que las de represores. Son contadores, abogados, escribanos, y hasta donde sabemos, han llamado a indagatoria a unas ocho personas que actuaron en nombre del Estado tanto provincial como nacional.. Pero hay mas”.

En la medida que la causa avance, “se va a poder establecer una cuantificación para llegar a que se cree una ley reparatoria por los delitos cometidos contra La Vigil”, finalizó.