El fiscal Matías Edery dijo este jueves que no se descarta que el crimen del ex concejal Eduardo Trasante haya sido por motivos políticos. Señaló que aún no se conoce quiénes y por qué mataron al pastor el martes 14 de julio en San Nicolás 3638. Ratificó que Isaías Z., preso en Piñero, fue quien encargó la adquisición del auto utilizado para cometer el asesinato. Agregó que el ladrón imputado por el robo del Peugeot 308 que usaron los sicarios para trasladarse declaró que antes del homicidio le habían ofrecido "un trabajo" por 500 mil pesos, que cree que era la ejecución del ataque.

"La motivación no la tenemos. Por supuesto hay un montón de hipótesis investigándose. Hubo trascendidos, circunstancias. La posibilidad de un crimen político no la descartamos. Por eso hacemos doble investigación: viendo las motivaciones e investigando quiénes son las personas, que es otra forma de llegar a entender el crimen", expresó Edery en diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2).

El fiscal añadió que Trasante no realizaba tareas pastorales en las cárceles desde noviembre del año pasado. "Nadie nos dijo el motivo por el que dejó de ir a los penales", indicó.

Por otra parte, sostuvo que a través de indicios en el marco de la causa llegaron a Isaías Z., un delincuente que está preso en Piñero desde enero del año pasado. "Se confirma que tuvieron contacto (personas investigadas) con él, quien encarga conseguir el vehículo. Eso ratifica la sospecha", aseveró.

Informe de Agustín Lago en Cada Día sobre el crimen de Trasante

Además, mencionó que Ariel Hernán S., ya imputado el lunes pasado por el robo del Peugeot 308, declaró que las personas que lo compraron pagaron 20 mil pesos. Esos compradores también les ofrecieron a su amigo –el vendedor– medio millón de pesos por "un trabajo más grande", que se supone que es el crimen.

No se descarta que Maximiliano Aníbal G. y Brian Nahuel A. sean, además de quienes compraron el Peugeot 308 usado para el asesinato, partícipes en el homicidio. A Maximiliano Aníbal G. le secuestraron en su casa una campera similar a la que describió Carolina L., esposa de Trasante, como la que llevaba uno de los sicarios.