Fiscales del Ministerio Público de la Acusación brindaron detalles de la extensa audiencia imputativa que comenzó este lunes contra unas 30 personas que configuran un “polirrubro” con poder de fuego y piezas fungibles. Un grupo heterogéneo que, según los acusadores, estuvo detrás de balaceras, crímenes y extorsiones que sacudieron a Rosario y Villa Gobernador Gálvez al menos desde marzo de 2021 hasta la última semana. La figura de Cristian “Pupito” Avalle, un recluso de la cárcel federal de Ezeiza, emergió como el gerente de la empresa criminal. Pero los investigadores también hicieron hincapié en un recluso de la cárcel Coronda que al parecer está involucrado en delitos graves (al menos dos homicidios) y, en el presente, estaría enfrentado con Avalle.

En el criterio de la fiscal Valeria Haurigot, esta alianza “ya no se dedica solamente a la droga, al narcomenudeo, sino más bien que busca otros emprendimientos. Cuestiones de política, sindicales. Y tratar de sacar ya no sólo plata, sino espacios de poder, compitiendo, de alguna manera, con el Estado”.

Por su parte, el fiscal Franco Carbone dijo que parte de los detenidos está “entremezclada” en la barra brava de Newell's y del club Coronel Aguirre. “Quieren meterse en negocios legales de distintos sindicatos a través de la industria del apriete y la extorsión. Hay negocios en los que los afiliados son víctimas y las personas que están a cargo de los gremios tienen esta condición de víctima por estas extorsiones”, dijo Carbone, que enumeró atentados al Sindicato de la Carne, Empleados de Comercio, Uocra, Recolectores de granos y Camioneros. Parte de los 47 hechos atribuidos a la banda de Avalle.

En el organigrama de la banda, cobró relevancia la figura de Carlos Alberto Olguín, de 32 años y oriundo de barrio Tablada. Un pesado de la cuadra de Necochea al 3500, hasta su detención en junio de 2020 por un robo en el que las víctimas fueron privadas de su libertad, Olguín es otro botón de muestra de la reconversión de asaltantes en “gerentes” de bandas criminales dedicadas al polirrubro delictivo una vez ingresados al sistema penitenciario.

En octubre de 2022, lo condenaron a 6 años y 6 meses al declararse responsable de los delitos de robo calificado; privación ilegítima de la libertad agravada y resistencia a la autoridad.

A fines de junio, Olguín tuvo su debut en las páginas de la criminalidad compleja, cuando lo imputaron por instigar y participar de, respectivamente, los crímenes de Benjamín “Cámara” Echavarría y de Wilson Daniel Perdomo Silveira, esposo de la dueña del local de comidas rápidas Milton. Asesinatos del 1° y 3 de marzo, atribuidos a la banda de otro recluso ligado a Los Monos con poder de mando detrás de las rejas: Pablo Nicolás Camino, un interno de la cárcel de Rawson que mantiene un enfrentamiento con la facción de Avalle.

El fiscal Spelta explicó que a partir de una “enemistad” con Avalle puede explicarse el crimen del cadete villagalvense Hugo Villán, muerto a balazos en mayo. El trabajador era uno de los repartidores del local Burguer House, emprendimiento que tras sufrir un atentado en marzo de 2021 cedió a la presión de pagar “protección” a Avalle.

La hamburguesería que era blanco de extorsiones. Alan Monzón/Rosario3

“En una suerte de traición a Avalle, Olguín empezó su negocio en forma independiente. Empezó a extorsionar y exigió que [el local] dejara de pagarle a «la señora de los 21» (una mujer que iba todos los días 21 a cobrar a la hamburguesería). Y como el comercio se negó a pagar a ambos, balearon el frente por orden de Olguín”, dijo Spelta.

“La desgracia de Hugo fue que llegó un ratito tarde porque había ido a la iglesia con su mujer. Cuando se fue a anunciar al trabajo llegaron estos y dispararon. Nosotros estábamos enfrente, y la mayoría corrió o se tiró debajo de los autos. Fue un hecho muy cruel”, indicó un testigo del homicidio a la prensa.

Otro de los hechos de sangre que le atribuyen a Olguín es el crimen –con blanco equivocado– de Ariel Lisandro Leguizamón, un militante social asesinado el 28 de mayo cuando lo confundieron con un pariente, su primo, a quien buscaban realmente porque estaba teniendo una relación con la pareja de Olguín, dijo el fiscal Saldutti.