La Justicia de Santa Fe condenó este lunes a prisión perpetua a un hombre de 32 años que asesinó a una docente de 33 años en febrero de 2018, a la salida de una escuela de Alto Verde, en jurisdicción de la ciudad de Santa Fe.

La maestra había detectado el abuso sexual y el embarazo de una de sus alumnas a quien acompañó en la denuncia. La apuñalaron 13 veces en la puerta de la escuela. El asesino habría sido contratado como venganza por la denuncia de abuso sexual infantil.

El femicida es Juan Ramón Cano, condenado por “homicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento, por ser perpetrado por un hombre a una mujer y mediante violencia de género, y lesiones leves dolosas”, en perjuicio de la docente Vanesa Castillo.

Durante el juicio quedó acreditada la versión de la fiscalía, que sostuvo que Castillo “se estaba retirando en moto cuando fue atacada por Cano, con ensañamiento y con alevosía, mediando un contexto de violencia de género”.

Las fiscales pudieron reconstruir que el femicida le ofreció venderle un calzado a Castillo y en momentos en que ella rechazó la oferta, se acercó a su motocicleta y le pidió que lo llevara hasta una cancha de fútbol cercana.

Como la víctima se negó, “el acusado se abalanzó sobre ella, subió a la parte trasera del vehículo y le asestó numerosas puñaladas con un arma blanca en distintas partes del cuerpo”.

El fallo, de carácter unánime, condena a Cano “a cumplir la pena de prisión perpetua, inhabilitación absoluta por el tiempo de la condena, accesoria legales y costas del proceso, además de la declaración de reincidencia por segunda vez”.

La decisión fue leída por la jueza Rosana Carrara, quien presidió el tribunal que además integraron los magistrados José Luis García Troiano y Leandro Lazzarini.

El juicio se inició el lunes pasado en los Tribunales de Santa Fe y a lo largo de cinco jornadas se escucharon testimonios que no dejaron dudas sobre la responsabilidad de Cano, quien atacó a la docente a plena luz del día y en medio de decenas de personas.

Las fiscales Cristina Ferraro y Bárbara Llera solicitaron la pena de prisión perpetua y luego de ser leído el veredicto mostraron su conformidad.