Un presunto dealer que integra una banda que opera la venta minorista de droga en el barrio La Cerámica, en la zona norte, fue imputado este lunes en el Centro de Justicia Penal y quedó en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley. Ricardo Nahuel Farías (26), de acuerdo a la investigación del fiscal provincial Ramiro González Raggio, es uno de los principales cabecillas de una estructura a que se le secuestraron dos pistolas, un revólver, una ametralladora y 800 gramos de cocaína en allanamientos llevados a cabo el pasado mes.
Ante la jueza Lorena Aronne, el fiscal indicó que la organización comenzó a funcionar al menos desde septiembre del año pasado, cuando avanzó en la comercialización al menudeo a través de sus búnkeres ubicados, principalmente, en Anchoris e Irak, Coliqueo al 1500, Siripo al 1400, Rivera y Unión, Medrano al 1500 y Coliqueo y Unión.
Para el funcionario del Ministerio Público de la Acusación, Farías junto con una mujer –Raquel Rosa Cartagena Gutiérrez, ya imputada– fueron los dueños de 804 gramos de cocaína, 136 semillas de marihuana, dos pistolas calibre 9 milímetros, un revólver calibre .32 largo y una ametralladora PAM 1 sin aptitud de disparo, elementos que fueron hallados en un operativo en Siripo al 1400.
Los sindicados vendedores de la presunta banda son Leandro Matías Acuña y Alexis Jorge Zapata, quienes cayeron el 3 de julio pasado en un allanamiento hecho en Rivera al 1500, donde la Policía incautó 40 envoltorios de cocaína.
A Zapata, además, la Policía le secuestró entre sus prendas 31 cartuchos calibre 38 y elementos para fraccionar la droga.
Las primeras detenciones de esta presunta estructura se dieron el 9 de septiembre del año pasado, cuando Joaquín Maximiliano León y Milton Alejandro Gutiérrez fueron aprehendidos en Anchoris y República de Irak con 120 envoltorios de cocaína. León cayó nuevamente el 10 de noviembre del año pasado, cuando en Siripo y Medrano lo atraparon con 100 bochitas de cocaína y 25.630 pesos.
Según expuso el fiscal, otra pata de la organización es la que integra Raquel Rosa Cartagena Gutiérrez, supuesta directora de logística y provisión de la droga, quien se cree que tiene dos propiedades, una en Machain al 1400 –aparentemente, usurpada– y la otra en Siripo al 1400, donde los investigadores detectaron que escondió armas de fuego.



