Hay conmoción por el asesinato de Eduardo Trasante, ex concejal de Rosario, pastor evangelista y padre de dos hijos asesinados en diferentes hechos violentos en la ciudad.

Trasante irrumpió en la vida pública local como una de las voces firmes de los familiares del emblemático triple crimen de Villa Moreno que salió a reclamar justicia.

En aquel hecho de enero de 2012 perdió a su hijo Jeremías. Dos años después, en febrero de 2014, Jairo, otro de sus hijos, falleció al quedar en medio de una balacera a la salida de un boliche.

Pese a esa doble tragedia personal, el pastor Trasante nunca tuvo un discurso violento y siempre pidió “recuperar la paz que la ciudad ha perdido”. En esa línea, en 2017 se convirtió en el primer candidato a concejal del pujante espacio Ciudad Futura.

El religioso, que venía militando en ese sector político y participó de la campaña en 2015 que le permitió a esa fuerza ubicar a tres ediles en el Palacio Vasallo, aceptó el desafío y fue votado como edil de Rosario, luego de destacarse en el debate televisivo en los estudios de El Tres, donde mostró una imagen del arma con la que mataron a su hijo en el triple crimen.

Sin embargo, un año después tuvo una abrupta salida del Concejo cuando renunció a su cargo ante una denuncia por acoso en su contra. La propia fuerza política por la que llegó a ese puesto anunció la dimisión y comunicó que sería “para participar voluntariamente del protocolo preventivo de violencias de género” que funcionaba en ese espacio.

La renuncia fue “ante una denuncia de un hecho de acoso agravado”, se indicó desde Ciudad Futura. En el comunicado partidario además se mencionó que el protocolo indica que ante la denuncia se debe “correr a la persona de los lugares de referencia, poder o representación que tenga”.

“Eduardo seguirá aportando en otro espacio de Ciudad Futura mientras dure el proceso. El protocolo es todo lo contrario al linchamiento y no busca empujar a nadie al vacío, porque el feminismo no es un salto al vacío. El feminismo llegó para hacernos mejores”, esgrimió por entonces el espacio liderado por Juan Monteverde.

El propio Monteverde dijo oportunamente en Radio 2 que cuando hablaron con Trasante, éste “asumió que fue una situación desubicada por el lugar que ocupaba”, sin mayores detalles.

No es un caso judicializable, sino que se trata de prácticas que no son propias de una persona que está en un lugar de poder”, agregó el ex candidato a intendente sobre el episodio que sacudió a su partido.

Desde entonces, Trasante fue corrido de la esfera pública y, más allá de regresar a la actividad pastoral, poco se supo de su vida profesional y personal hasta que este martes su apellido volvió a ser noticia. Otra vez en la página policial, luego de que personas armadas ingresaran a su casa y lo acribillaran en un hecho cuyas circunstancias se investigan.