Luego de la detención de importantes jefes policiales y de las audiencias imputativas a los integrantes de la banda narcocriminal que lideraba Esteban Alvarado, el titular del Organismo de Investigaciones (OI) del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Marcelo Saín, dijo que le llama “poderosamente la atención que cada vez que hay acción institucional de desarticulación sobre grandes organizaciones criminales en Rosario cruje la política y determinados actores, de un lado o del otro, dicen que es una operación”. De todos modos, dejó en claro que las escuchas en las que el propio Alvarado refiere a la vicegobernadora Alejandra Rodenas y al ex gobernador Antonio Bonfatti no implican ningún tipo de sospechas sobre estos dirigentes y, por el contrario, opinó que nombrar a actores de la política en sus conversaciones es en realidad una estrategia que los delincuentes usan, sabiendo que pueden estar siendo escuchados, para desviar las investigaciones.

Saín, en una extensa nota con el programa Radiópolis, de Radio 2, fue muy crítico con la actuación estatal –tanto del poder político como de la Justicia federal– en las investigaciones de narcocriminalidad . “El clan Alvarado tenía un despliegue mayor, más sofisticado que Los Monos, y se ha consolidado a la sombra del Estado. ¿Cómo puede ser que nadie lo haya visto?”, se preguntó.

Y entonces especificó: “Organismos provinciales y federales no investigaron. Es un problema de voluntad política institucional”.

Punto caramelo

En su crítica a la Justicia federal, Saín recordó que Los Monos fueron detenidos por la Justicia provincial por “delitos ordinarios”. Y que luego de eso, las audiencias judiciales “chorreaban de cocaína”, pero en los Tribunales federales “se hacían los pavotes”.

También mencionó que en 2013 ya se investigaba a Alvarado en una causa a cargo del juez Marcelo Bailaque en la que intervenía la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que él comandaba. Y que en 2015 esa organización criminal “estaba a punto caramelo para ser desarticulada”. Pero extrañamente “no hubo más actividad procesal”. “En realidad la Justicia federal tenía todo en la mano para desarticular la organización de Alvarado”, que años después, al igual que pasó con Los Monos, fue detenido por una investigación provincial por homicidio y asociación ilícita.

Saín dijo que para poder desarticular la banda hubo una conjunción de factores como la actuación de “dos fiscales con cojones”, Luis Schiappa Pietra y Matías Edery; la estrategia del Organismo de Investigaciones a su cargo para abordar el fenómeno criminal que significa avanzar sobre las estructuras delictivas, su protección estatal y la economía de las organizaciones, y también la actuación de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), que relizaron los allanamientos sin filtrar datos a otros sectores de la policía que tienen actores involucrados en las bandas.

“Acá no se podían hacer procedimientos, porque cuando llegabas nunca encontrabas nada debido a los compromisos de las policías con colegas o con el crimen de manera directa”, especificó.

Saín sostuvo que “estas investigaciones van continuar”, pues “la organización de Alvarado está identificada en un 30 o un 40 por ciento”.

¿Policía o cartel de droga?

E insistió sobre la participación policial. “Yo que el Ministerio de Seguridad revisaría el accionar de la policía. Jefes policiales notorios, con vinculaciones estrechas con el peronismo pero que han sido prohijados por la actual administración y sobre todo por la anterior, con participación activa en el delito. Después le tiembla la pera a todo el mundo cuando empiezan los tiros”, advirtió.

Para Saín se corroboró algo que él dijo en 2012: “Que el principal cartel de la droga en Santa Fe es la Policía provincial”.

Y sostuvo que el problema es que “la política no quiere escándalos; no importa si abajo se tejen pactos entre delincuentes y policías”.

Saín dijo que toda esta realidad, y el hecho de que estos acuerdos estuvieron lejos de llevar calma a las calles, tuvieron que ver con la derrota electoral del socialismo. Pero al mismo tiempo dejó en claro que no solo es responsable ese sector. “Acá nadie le puede tirar una piedra a nadie. Hay que llevar adelante un acuerdo: con el delito no se pacta”.

Ese acuerdo “hacia adelante” debe implicar que “sectores de la policía y de la economía que tienen connivencia con el crimen la tienen que pagar”. Y advirtió: “Ese dinero no queda en las periferias, que siguen siendo pobres. Ese dinero va a los countries, emprendimientos inmobiliarios, sectores financieros”.

Caso Serjal

Saín se refirió también al caso Patricio Serjal, el jefe de los fiscales de Rosario investigado por la posible comisión de un delito en el archivo de una causa contra un concesionario de autos en el que adquirió posteriormente dos cero kilómetro.

“Tengo una mirada crítica del desempeño de Serjal”, a quien cuestionó por no haberle respaldo a los fiscales que intervienen en la causa Alvarado. “Lo han hecho en la más absoluta soledad instiucional. Yo no lo banco, esa persona tendría que haber estado acompañando a sus fiscales, él es el jefe de los fiscales”, enfatizó.

No sólo eso: deslizó que quisieron parar la imputación a Alvarado. “Uno no se siente contenido por el fiscal regional. Y si además está sospechado de este hecho, me parece que debería dar un paso al costado”, agregó.