Según una nueva investigación, las variables sociodemográficas son las predictoras más sólidas del inicio de consumo de sustancias. El estudio, realizado en la Universidad Médica de Carolina del Sur (Estados Unidos) y publicado en American Journal of Psychiatry, examinó a distintos adolescentes para analizar estos posibles predictores.

En este aspecto, la investigación forma parte de un número especial de la revista médica que destaca los avances en la comprensión de la neurobiología y fundamentos sociodemográficos de los trastornos por uso de sustancias, y cómo esta comprensión avanzó en materia de reconocimiento y posterior tratamiento. 

El estudio

La muestra estuvo compuesta por más de 6800 jóvenes que fueron evaluados durante tres años, destacándose 420 variables. De esta forma, se examinaron factores usando datos sociodemográficos, hormonales, neurocognitivos y de neuroimagen.

Como resultado, se observó que aproximadamente a los 12 años de edad, el 14,4% de jóvenes se había iniciado en el consumo de sustancias, siendo las más comunes el alcohol, cannabis y nicotina. Este hallazgo fue similar al de investigaciones anteriores. A su vez, destacaron que la religión se constituye como un fuerte factor protector en los más pequeños.

Por otra parte, la exposición prenatal al consumo de sustancias estuvo entre los principales predictores, asociándose a una mayor probabilidad de inicio. Además, jóvenes con antecedentes de detención y suspensión escolar contaron con más probabilidades que otros de iniciar el consumo de sustancias. 

Varios factores de riesgo modificables también predijeron mayor probabilidad de inicio, incluyéndose la disponibilidad de sustancias, el uso de alcohol y nicotina entre pares, y la búsqueda de sensaciones (necesidad de sensaciones y experiencias variadas, novedosas y complejas).

Sin embargo, los métodos de recopilación de datos como los hormonales, neurocognitivos y de neuroimagen, no mejoraron la capacidad de predecir el uso de sustancias más allá del uso de datos que pudieran obtenerse a través del autoinforme. En este aspecto, aquellos datos vinculados a factores relacionados con uno mismo, con los pares y la familia, resultaron más informativos que los métodos que necesitaron más recursos. 

Los hallazgos

Los niños y adolescentes que comienzan a consumir sustancias de forma temprana poseen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por abuso de sustancias, así como problemas psicosociales en la vida adulta.

Además, el consumo de cannabis entre adolescentes menores de 16 años, presenta mayor riesgo de desarrollar un trastorno por abuso de esta sustancia así como causar algunas enfermedades psiquiátricas debido a la mayor potencia y disponibilidad del cannabis. 

Por todo ello, los investigadores concluyeron con que la plasticidad del cerebro en desarrollo ofrece oportunidades para la prevención e interrupción temprana que colaboren con cambiar la trayectoria.

 

Fuente: Europa Press.