La cantidad de controles ginecológicos de rutina en instituciones públicas y privadas se desmoronaron en hasta un 70 por ciento de manera generalizada durante la pandemia, a excepción de urgencias, procedimientos de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) o programados, mientras en algunos casos algunos controles fueron reemplazados por "teleconsultas" con profesionales y con el envío por correo electrónico de recetas para anticonceptivos.

En la provincia de Buenos Aires, la directora de Equidad de Género del Ministerio de Salud bonaerense, Sabrina Balaña, explicó que "en general se recomienda que no se posterguen los controles ginecológicos imprescindibles, pero sí aquellos que son anuales para los casos sin factores de riesgos".

En ese sentido, desde el Instituto Provincial de Cáncer de la provincia de Buenos Aires explicaron a esta agencia que adhieren a las recomendaciones de los programa nacionales de prevención de control de cáncer cérvico uterino y mama.

Y expusieron que a nivel nacional se decidió "que las prácticas de tamizajes para cáncer de mama y cérvix en mujeres sin antecedentes y sin signos ni síntomas según recomendaciones internacionales y nacionales deben transitoriamente reprogramarse hasta finalizar el aislamiento social, preventivo y obligatorio".

Por su parte, fuentes del Ministerio de Salud de Neuquén indicaron que "frente a la emergencia sanitaria por el coronavirus, los hospitales públicos adecuaron su modalidad de atención para la entrega de métodos anticonceptivos, consultas y atenciones" y elaboraron unas "Recomendaciones para el acceso a la salud sexual y reproductiva en el contexto de pandemia Covid-19" en la que se destaca que la consulta por anticoncepción es "de urgencia" y que el acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) "es una prestación prioritaria".

En Jujuy se implementó un sistema de turnos a través de la web del Ministerio de Salud provincial para garantizar la asistencia de las mujeres que requieren estudios de Papanicolaou dentro del esquema que recomienda el Programa Nacional de Prevención de Cáncer de Cuello Uterino.

En Córdoba, el servicio hoy está trabajando a un 60% de lo que era el año pasado en este área.

También el jefe del Programa de Cáncer de Mama y Cuello Uterino de Mendoza, Santiago Orrico, informó que "desde que comenzó la cuarentena se suspendieron los controles preventivos, pero continuaron los procedimientos de diagnóstico que estaban en marcha".

En Santiago del Estero, por su parte, informaron que "en ningún momento se dejó de operar a las pacientes oncológicas", aunque "hay que retomar todos los controles: el PAP al año de haber iniciado las relaciones y la mamografía a los 35 años, si no hay antecedentes familiares de cáncer de mama. Si no, diez años antes."

En Chubut cayó a la mitad el nivel de consultas, pero "las emergencias se siguen atendiendo".

La coordinadora de cáncer de Río Negro, María Coller, dijo que "continúan los controles y seguimientos de las mujeres con patologías en curso", pero se siguen las recomendaciones del Ministerio de Salud de la nación de suspender el tamizaje en la población en general. De a poco se retoman los controles habituales.

En Entre Ríos, el Instituto Provincial del Cáncer siguió la misma política y los estudios ginecológicos se realizan "solo si el profesional lo considera necesario".

La jefa del organismo, Clauda Enrique, dijo que la cantidad de controles ginecológicos "disminuyó con respecto a otros años" y también "se suspendieron las campañas de prevención". Pero informó: "Buscamos a las pacientes cargadas en el sistema con alguna patología sospechosa y no recibieron tratamiento".